Infracción grave
Suspenso inmediato por presentarse al teórico de conducir con este jersey
Además de la multa económica, el 'copión' no podrá presentarse a examen en los próximos seis meses
Las normas actuales de la DGT referentes al examen teórico de conducir son muy claras: cualquier intento de copiar está castigado con una multa de 600 euros más la imposibilidad de volverse a presentar al mismo en seis meses.
A finales de febrero los examinadores de la prueba de conducir que estaba teniendo lugar en la Jefatura Provincial Local de la DGT en Pontevedra descubrieron a un joven que tenía una conducta sospechosa. En este caso decidieron no decirle nada y permitir que terminara el examen teórico, para evitar molestar al resto de aspirantes a la prueba.
Actitud sospechosa
Al finalizar el examen y tras avisar a la Guardia Civil procedieron a revisar las grabaciones y a registrar al varón de 43 años y nacionalidad paquistaní. La sorpresa fue mayúscula para los agentes y los examinadores cuando describieron que su jersey, en este caso de tipo sudadera, escondía un sistema de grabación de imágenes mediante un teléfono móvil.
De esta forma enviaba las imágenes a otros cómplices que esperaban fuera del centro de examen, dentro de un automóvil. Estos le mandaban la respuesta correcta mediante un auricular en la oreja, popularmente conocido como un 'pinganillo'. Los dispositivos estaban conectados mediante bluetooth.
Es conveniente saber que copiar en un examen de conducir está considerado como infracción grave, acarrea una multa de 600 euros e impide volver a presentarse al examen durante los próximos dos meses.
Demasiado frecuente
Aunque parezca mentira, copiar en un examen de conducir es relativamente frecuente, de hecho hace sólo unos días la Guardia Civil informó de otro caso similar que había ocurrido en la Jefatura Provincial de Tráfico de Burgos.
De hecho, en internet es posible adquirir equipos para estos menesteres en las páginas más habituales, incluyendo unos auriculares realmente indetectables del tamaño de un grano de arroz que se introducen en el oído y hay que sacarlos con un imán o cámaras que se colocan en el bolsillo de la camisa y permiten enviar imágenes fuera del recinto mediante bluetooth y el teléfono móvil.