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La electrificación del automóvil promete afectar a toda la cadena de valor del producto de una u otra manera. Los talleres se quejan de que la mayor sencillez de los coches eléctricos va a provocar cada vez menos intervenciones de mecánicos en los automóviles, una afirmación que no es del todo cierta.

Es verdad que los coches 100 % eléctricos necesitan unos cuidados muy superficiales, en la gran mayoría intervenciones rápidas de ruedas, niveles y poco más, pues no gastan ni pastillas de freno gracias al freno motor que usan para regenerar la batería.

Híbridos y coches antiguos

Otra cosa es lo que está ocurriendo ahora que el parque de coches eléctricos puros no llega a suponer ni el 5 % de las matriculaciones, el resto de los que conocemos como coches electrificados son automóviles híbridos.

Estos vehículos no sólo no tienen menos horas de taller que los coches de combustible, sino que necesitan más, pues hay que tener en cuenta que su mecánica mezcla dos motores. Por un lado uno eléctrico con batería y su correspondiente mantenimiento y por otro un gasolina con el suyo. A grandes rasgos supone casi el doble de mantenimiento.

Alta tensión

Además se trata de un tipo de mantenimiento muy cualificado, pues hay que tener en cuenta que se trata de mecánicos que van a tratar con sistemas de alta tensión, lo que les puede provocar una descarga en caso de no saber bien lo que hacen.

En paralelo, el elevado envejecimiento del parque móvil nacional, entre los tres más viejos de Europa con más de 14 años de media, provoca también que las operaciones de taller en los coches de combustible sean cada vez más frecuentes.

Recientemente las cadenas rápidas de mantenimiento de automóviles se quejaban de la falta de mecánicos formados para sus instalaciones. Se trata de un problema muy serio, porque hace referencia a una mano de obra cualificada que necesita de una formación bastante profunda.

En este caso las propias cadenas de mecánica rápida proponen una serie de soluciones entre las que cabe destacar la creación de programas de formación rápidos que permitan recurrir a profesionales extranjeros.

Falta formación

Afirman también la necesidad de fomentar la formación en mecánica dentro de los planes de estudio infantiles a la vez que adaptar el título de técnico superior en automoción a técnico en movilidad, mucho más acorde con la realidad de la automoción. Del mimo moto se propone la creación de una FP especializada en vehículos híbridos y eléctricos, una de las principales demandas en la actualidad.

Del mismo modo se aboga también por una progresiva incorporación de las mujeres a este sector de la mecánica, hasta el momento en manos mayoritariamente masculinas.

Estudios de salarios de 2022 indican que el salario medio de un mecánico está entre los 19.000 y los 30.000 euros al año, lo que se traduce en unos ingresos mensuales entre los 1.600 y los 2.500 euros.