Dos defectos de forma que permiten anular las multas por circular por Zonas de Bajas Emisiones

Los tribunales se han convertido en la única barrera capaz de poner en cuestión las Zonas de Bajas Emisiones tal y como pretendían que funcionaran los ayuntamientos.

Ciudades como Madrid, Barcelona o Gijón han tenido que modificar su normativa tras sentencias en firme que echaban abajo su funcionamiento, adecuándolo así a los límites marcados por los tribunales, que incluso en el caso de Barcelona habían suspendido por completo su aplicación.

Máquina recaudatoria

Hace meses que su entrada en funcionamiento afecta ya a decenas de municipios de más de 50.000 habitantes y se confirma la previsión inicial, las Zonas de Bajas Emisiones son un caos y se han convertido en una verdadera máquina recaudatoria para los ayuntamientos. A día de hoy las estadísticas dicen que las ZBE afectan ya en el día a día a siete de cada diez automóviles, e impiden circular directamente a tres de cada diez.

Hace ya semanas que los conductores están recibiendo en sus domicilios decenas de multas que en muchos casos no son fruto de la mala fe, sino que el problema está en el desconocimiento de cómo funcionan las ZBE.

Hay que tener en cuenta que más allá de la base legal que estipula que estos municipios pueden y deben limitar la circulación a los coches más contaminantes, la aplicación legal y el desarrollo de las limitaciones corresponde a los ayuntamientos. Esto puede provocar que lo que es sancionable en una localidad puede no serlo en otra; desconcertante.

Desconcierto generalizado

En este contexto no son pocas las asociaciones de conductores que se han apresurado a denunciar defectos de forma y defectos de señalización en las propias multas. Esto ha abierto la puerta a miles de recursos y pliegos de descargo contra estas sanciones que están ganando los conductores.

Entre los defectos formales más importantes está que los ayuntamientos acompañan las multas de una sola foto del coche infractor en la que no se acredita que está entrando en una Zona de Bajas Emisiones, pues no existen señales y carteles fácilmente visibles que así lo acrediten.

El incumplimiento del período informativo previo a empezar a multar es otro de los motivos más habituales para anular estas denuncias, junto a la notificación en masa de decenas de multas a un solo conductor por circular a diario por una ZBE con un coche que no dispone de la etiqueta adecuada.

Denuncia continuada

En este último caso el artículo 63.3 de la Ley 39/2015 de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas explica con claridad que en estos casos se trata de una única infracción continuada en el tiempo que debe tratarse como una única denuncia, evitando así iniciar el mayor número de expedientes sancionadores posibles.