Seguridad vial
La DGT cambia la velocidad real a la que multan los radares
La mejora en la precisión de los radares y aparatos de medición le ha permito reducir aún más los márgenes de error de los mismos
La velocidad real a la que saltan los radares ha sido y es uno de los secretos mejor guardados por la DGT. Además, ha cambiado en varias ocasiones durante los últimos años.
En la actualidad el organismo regulador de tráfico dispone de más de 2.000 cinemómetros operativos, entre los que hay casi 1.400 móviles, 790 fijos y casi 100 de tramo. Sin dejar de lado a sus helicópteros Pegasus, que también disponen de radar de velocidad.
Adiós a la regla del cinco y del siete
Hasta ahora debíamos aplicar la regla del cinco y la regla del siete para conocer la velocidad real a la que nos multaba, teniendo en cuenta el margen de error. Este margen se aplica para evitar las imprecisiones en la medición que puede tener tanto el velocímetro del coche como el propio radar de la policía.
Genéricamente la regla del cinco decía que por debajo de los 100 kilómetros a la hora el margen era de cinco kilómetros, lo que quiere decir que en una zona de 90 no multaban hasta los 95 kilómetros a la hora.
La del siete hace referencia a las zonas en las que se puede circular por encima de los 100 km/h, en las que la ‘foto’ y la correspondiente sanción saltaba a partir de 107 km/h y así sucesivamente.
Más pequeños y precisos
La mejora en la precisión de los instrumentos de medición, tanto de los cuadros de relojes como de los propios radares, ha llevado al Instituto Nacional de Metrología a reducir este margen casi a la mitad. Los nuevos radares de la Benemérita utilizan tecnología láser en sus mediciones, lo que los hace mucho más precisos.
Los nuevos márgenes establecen que los radares fijos dan un margen de sólo tres kilómetros/hora en cualquier tipo de zona, independientemente de la velocidad máxima de la vía. Los aparatos móviles elevan esta cifra hasta los cinco kilómetros/hora.
Esta cifra es la misma que se aplica para las mediciones de los helicópteros Pegasus, pues no dejan de ser considerados como radares móviles.