En España la tradición de este tipo de vehículos arranca en 1923

Seguridad

Vehículos de propaganda electoral: un peligro sobre ruedas a los que debería multar la DGT

No por habituales dejan de ser ilegales. Los vehículos de propaganda electoral están al margen de la ley y como tal debería intervenir la DGT

Cuentan las crónicas de la época que ya en 1923 el Partido Socialista empleó una sofisticada arma electoral. Se trataba de un automóvil luminoso con el que recorrieron las calles de la capital para pedir el voto.

La noche del 27 de abril el primer vehículo de propaganda electoral del que hay constancia recorrió las calles de Madrid sorprendiendo a los viandantes, que incluso lo ovacionaron a su paso por la Puerta del Sol.

Éxito rotundo

El relato de la época añade que el coche lanzaba panfletos de propaganda electoral y llevaba una letrero en la parte delantera del coche en el que se podía leer: «Acordaos de Annual».

Hoy en día su utilización es muy habitual por todos los partidos

Un eslogan que causo una gran aceptación junto a otro trasero en el que se leía «¡Votad a los socialistas!». El que está considerado como el primer coche de propaganda electoral fue preparado por el mecánico Ángel Martín y Martín, y el éxito fue tal que la noche del sábado salieron a 'patrullar' tres automóviles más y una motocicleta.

Un siglo después

Hoy se cumple un siglo de aquella efeméride, pero los coches de propaganda electoral han resistido el paso del tiempo y siguen en activo en casi todas las ciudades y pueblos de España.

Atrás quedó la época en la que lanzaban panfletos y octavillas informativas, una flagrante infracción que roza el delito ecológico y que hoy sería sancionado con entre 100 y 3.000 euros en función del municipio y de la consideración del agente.

Los problemas acústicos que generan este tipo de vehículos son evidentes

Pero los coches de hoy siguen estando al margen de la ley, cuando no completamente fuera. La rotulación y vinilado del vehículo puede considerarse un cambio de color, que debe ser informado a la DGT.

En caso contrario la infracción es de 500 euros. Un paso más allá, si el vinilado afecta a los cristales el propio agente de la policía puede valorar que afecta negativamente a la visibilidad del conductor, lo que supone otros 200 euros de multa.

Miles de euros en multas

Por último y quizá lo más grave es la materia relacionada con la sonoridad. En la judicatura hay constancia de multas de 600 euros por utilizr megáfonos en la calle, en este caso hace referencia a una alteración del orden público.

En Vigo, en 2019, Ciudadanos usó este curioso vehículo de propaganda electoral

Por otro lado las normativas municipales en cuestión de ruidos suelen establecer límites de 87 decibelios, pasar de esa cifra supone una sanción que en Madrid, por ejemplo, es de 600 euros. Si el volumen va mucho más allá y además lo hacemos en zonas de colegios u hospitales, nos pueden sancionar con hasta 3.000 euros por contaminación acústica.

Se mire como se miré un tipo de vehículos al límite de la ley por mucho que sólo los veamos cada cuatro años.