Estos son los conductores que la DGT no quiere en España

Las multas cometidas por extranjeros se han convertido en un verdadero problema para la DGT. Tal es la importancia del mismo que recientemente hubo una reunión de los países miembros de la UE para trabajar sobre los procesos de intercambio de información y datos entre los países miembros.

El objetivo es que cualquier país de la UE pueda perseguir una infracción cometida en su territorio, independientemente de la nacionalidad del conductor siempre que sea europeo.

Fronteras blindadas

Inicialmente este acuerdo se ceñirá a sanciones de importancia relacionadas con alcoholemia, semáforos en rojo o excesos de velocidad, si bien irá ampliándose progresivamente a otras infracciones e incluso a retiradas de carnet.

Tal y como explicó recientemente Pere Navarro, director general de la DGT, con motivo de un encuentro con la prensa, el verdadero problema es que «a nadie le gusta que los ciudadanos de otro país del mundo vengan a correr a su país».

De esta manera la DGT reconoce la existencia de un problema real con los conductores de determinados países, con referencia explícita a Andorra, donde cuentan con un parque muy importante de coches de lujo potentes y a los que es habitual ver circulando por territorio nacional.

Los andorranos corren demasiado

Tal y como explicó Pere Navarro, «en nuestro caso el problema son los andorranos, habitantes de un país muy pequeño que tienen muy buenos coches y que infringen las normas de velocidad cuando llegan a España. Nos interesa controlarlo a Andorra y a nosotros. Se trata de un agravio comparativo», matizó.

Se da la circunstancia de que en este caso no existe ningún tipo de acuerdo que permita perseguir a los infractores del principado más allá de nuestras fronteras. De hecho en el caso de los conductores extranjeros la Guardia Civil intenta que paguen sus sanciones en el momento con tarjeta o en efectivo, para evitar estas situaciones.