Seguridad vial
Radares de obra: cuando la DGT va a pillarte donde menos te lo esperas
Las zonas de obra con la velocidad máxima reducida son ahora especialmente controladas por la DGT mediante radares de velocidad
De acuerdo con estadísticas de la DGT hasta siete de cada diez conductores excede los límites de velocidad en zonas de obras, una verdadera barbaridad que pone en riesgo tanto su propia integridad como la de los operarios que allí trabajan.
De hecho, en 2022 la DGT llevó a cabo una campaña de control de una semana en el mes de septiembre, durante la cual sancionó a 3.400 conductores por no respetar los límites de velocidad temporales vigentes en esos tramos de carretera, en los que es frecuente cruzarse con operarios de mantenimiento a pie.
Riesgo de atropello
Adicionalmente, la DGT contabilizó también más de 240 conductores que no respetaron las señales de precaución realizadas por agentes de tráfico o por las marcas viales, conos o balizas.
De acuerdo con datos de este organismo, en 2021 se registraron más de 150 accidentes en este tipo de tramos en los que estuvieron implicados operarios de mantenimiento, siniestros en los que perdieron la vida dos de ellos por atropello.
Durante la citada campaña de 2022 la DGT controló a más de 140.000 conductores, sancionando a 4.700, más de un 70 % de los cuales fueron multados por superar los límites de velocidad, lo que ha llevado a la DGT a desplegar radares de velocidad ‘fijos’ en las zonas de obras mientras duran las mismas, controlando así la velocidad de todos los conductores que circulan por ellas.
En numerosas ocasiones los radares de velocidad se acompañan de radares informativos previos que 'cantan' a los conductores la velocidad a la que circulan sin emitir ninguna sanción.
Radar informativo
En este caso concreto lo hemos podido comprobar al circular por uno de los operativos de control llevados a cabo por la DGT en la A-67, en Cantabria.
Se trata de una zona de obras en un túnel de más de dos kilómetros que obliga a cerrar uno de los dos carriles al tráfico. Así, tras el inicio de la señalización de obras con conos e identificativos nos encontramos con un primer radar informativo, al que sigue un segundo radar informativo algunos metros después, ambos antes de acceder al túnel.
Un centenar de metros más adelante nos encontramos con una caja radar convencional, de las que se utilizan habitualmente para los radares fijos, que en este caso sí que multa.
Este tipo de radares están previamente señalizados, lo que no quita que al pasar por dos cinemómetros informativos los conductores se relajen pensando que no va a haber más dispositivos de control. Por ello no es de extrañar que los conductores superen los 60 kilómetros a la hora, velocidad máxima establecida por la DGT en este tramo, que habitualmente es de 90 kilómetros/hora.