OCU
La OCU desvela qué forma de repostaje es más barata: ¿diésel, gasolina o recargar un coche eléctrico?
Con el precio de los combustibles fósiles y de la electricidad por las nubes, los conductores se plantean conducir su propio vehículo
El litro de la gasolina y el diésel ha sufrido un encarecimiento este último año. Ahora mismo ambos se encuentran estables, sin embargo, no han bajado demasiado en comparación a todo lo que subieron. Se puede decir, que el precio de la gasolina y el diésel aún no se ha normalizado. Lo mismo le ha ocurrido a la electricidad, que aunque ya no presente tanta variabilidad, continúa bastante más cara que en 2020 y 2021.
La grave inflación ha dejado huella en multitud de aspectos de la vida cotidiana, entre ellos repostar el coche. Da igual si se trata de un coche de combustión o un coche electrificado, ambos sufren por igual la subida de precios.
No obstante, sí que existen variaciones entre lo que se pagará en cada visita a la gasolinera dependiendo del tipo de motor que se tenga. Tras una investigación, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha demostrado que un vehículo eléctrico recargado en casa, es más barato que repostar un coche de gasolina o diésel.
390 euros más caro que en 2020
La OCU ha realizado varios cálculos para distinguir qué tipo de repostaje sale mejor a nivel económico. Ha tomado como referencia un vehículo de gama media que recorre 10.000 kilómetros de media al año.
- Por un lado, un coche eléctrico consume unos 2.000 kWh de electricidad para esa distancia. En total serían 550 euros, siempre que el coche se recargue en casa en horario valle. Pese a que es la alternativa más barata, la OCU afirma que desde el 2020 el precio ha subido 390 euros.
- Por otro lado, el precio del repostaje de un vehículo de gasolina para esa misma distancia media, ascendería hasta los 1.118 euros en total. Desde 2020, la gasolina habría subido unos 293 euros.
- Finalmente, para el diésel, se estima que el precio del carburante que el vehículo consumiría, estaría alrededor de los 1007 euros. El diésel se habría encarecido 363 euros desde 2020.
Un coche eléctrico es la alternativa más económica a medio y largo plazo, ya que se ahorra tanto en combustible como en mantenimiento. El único inconveniente es el elevado precio de estos vehículos y el requerimiento de un enchufe en casa para recargar el vehículo.