Casos en los que no te pueden multar por exceso de velocidad

DGT

Los casos en los que no te pueden multar por exceso de velocidad

Existen determinadas circunstancias en las que te puedes librar de una multa por exceso de velocidad

La Dirección General de Trafico (DGT) utiliza los radares para captar el exceso de velocidad de los coches y demás vehículos que circulan por las carreteras de España. Existen 780 radares fijos, 1.325 radares móviles y 92 radares de tramo repartidos por todo nuestro territorio, que son capaces de identificar la matrícula y calcular la velocidad a la que va el vehículo con el fin de multar a aquellos conductores que no respeten los límites establecidos.

Hay determinados radares que están señalizados, otros no, existen también aplicaciones para detectarlos... Pero independientemente de esto, si un radar capta tu coche a una velocidad superior de la permitida, te llegará una multa a casa. Sin embargo, hay una serie de situaciones extraordinarias, en las que puedes conseguir librarte de la multa que te correspondería (aun habiendo excedido el límite de velocidad).

Radar averiado

Si el radar está averiado o no funciona bien, es posible que no detecte la velocidad exacta a la que circulaba el vehículo En este caso, la multa no sería válida.

Contrario a la señalización

En ciertas ocasiones, los radares contradicen la señalización previa establecida en un tramo. Por lo tanto no se podría poner una multa, ya que el conductor no estaría infringiendo ninguna norma de seguridad vial.

Imágenes insuficientes

La multa no es efectiva si no hay al menos dos fotografías diferentes del vehículo, desde dos ángulos distintos que confirmen la infracción.

Error en los datos

No solo puede fallar el radar, sino también la persona que redacta la sanción. Escribir mal los datos de la matrícula, el nombre del conductor o el DNI puede hacer que nos llegue una multa que no es nuestra. En cualquier caso, no sería válida.

Margen de error

Los radares poseen un margen de error que habilita a los conductores superar ligeramente los límites de velocidad sin que se considere una infracción. El margen de error debe aplicarse correctamente para que la multa pueda imponerse.