Los coches camuflados de la Guardia Civil basan su eficacia en la conexión digital

Los coches camuflados de la Guardia Civil basan su eficacia en la conexión digital

Así es por dentro un coche radar camuflado de la Guardia Civil

Están pensados para ser manejados por dos agentes, pero uno solo puede controlar prácticamente todo

La Administración ha optado por coches híbridos e híbridos enchufables para la renovación del parque móvil de la Guardia Civil. Una decisión que se circunscribe al Plan de Transformación y Resilencia, que incluye unos fondos de unos 90.000 millones de euros, destinados a la modernización de la Administración y del tejido productivo nacional, siempre dando prioridad a la descarbonización de la atmósfera.

¿Híbridos sin cargadores?

Esto ha provocado quejas por parte de los agentes de la Benemérita, pues no parece que tenga demasiado sentido facilitarles coches patrulla híbridos cuando no tienen ni donde enchufarlos, pues la electrificación de los cuarteles con cargadores de coches va mucho más lenta de lo previsto inicialmente.

Coche eléctrico cargando en el enchufe de un baño de cuartel

Así cargan los coches en los cuarteles

Lo que no es tan habitual es ver cómo es un coche patrulla, camuflado o no, de la Guardia Civil desde dentro. Para empezar, este tipo de vehículos se ha sofisticado muchísimo en los últimos años gracias a la digitalización.

Actualmente el sistema de telecomunicaciones es clave en estos vehículos, por lo que disponen de conexión digital de alta velocidad constantemente. Es cierto que en zonas sin cobertura pueden tener dificultades, pero disponen de conexión vía satélite para disminuir el riesgo de permanecer ‘sin datos’.

Sin datos, no hay coche

Disponen además de un sistema de posicionamiento GPS para que en la central sepan constantemente su ubicación.

El interior es otro de los secretos mejor guardados. Todo gira en torno a una gran tablet central con soporte que está facilitando constantemente información a los agentes. Idealmente está concebido para ser usado por dos agentes, uno al volante y el otro controlando el resto de aparatos y las comunicaciones.

La tablet es el cerebro del coche

La tablet es el cerebro del coche

Aunque es cierto que un solo agente puede manejarlo, pues la tablet se puede orientar hacia él, pero no es lo ideal.

El coche dispone de lector de matrículas, con lo cual la tablet les va informando constantemente si se cruzan con un coche sin papeles o robado para que actúen en consecuencia.

Una parte clave es el soporte de rótulas giratorias que tienen en el salpicadero. Pues está preparado para colocar un radar para realizar controles de velocidad, que pueden hacer tanto parados en la cuneta, ‘escondidos’ o en movimiento.

El interior del coche patrulla, al descubierto

El interior del coche patrulla, al descubierto

Toda la información sobre la velocidad de los vehículos e incluso las imágenes de los infractores les llegan a través de citada tablet, desde donde pueden dar curso a las infracciones enviándola al centro de tramitación de multas de León.

Por último, el copiloto dispone de un mando de control para las luces de emergencia y para las señales sonoras e incluso el sistema de megafonía desde el que pueden hablar a otros vehículos.

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