Multas
Desvelamos los dos mejores escondites de radar que usa la DGT
Los nuevos soportes de los que dispone la DGT permite colocar los mini radares Velolaser en los lugares más insospechados
Hay dos períodos en el año en los que la DGT pone en la carretera todo el armamento pesado del que dispone para controlar a los conductores: el verano y la Semana Santa. Más allá de los helicópteros Pegasus, realmente indetectables cuando controlan a los conductores, la DGT ha evolucionado mucho en los radares para controlar los excesos de velocidad.
La incorporación de los radares Velolaser hace unos años cambió radicalmente su política a la hora de colocar los radares móviles, pues ahora literalmente los esconde en las carreteras sirviéndose de elementos como señales de tráfico o los quitamiedos.
Mini radares invisibles
Este tipo de dispositivos son especialmente indetectables. Para empezar miden menos de 50 centímetros y pesan menos de medio kilo, por lo que son perfectos para ocultarlos.
Inicialmente el problema fue que la DGT no contaba con soportes homologados para los mismos, lo que provocó la anulación de muchas multas, pues los pliegos de descargo hacían referencia a la falta de homologación de los soportes, lo cual era motivo más que suficiente para su anulación.
La clave está en el soporte
Actualmente estos soportes ya están homologados y son de varios tipos, lo que les permite desde fijarlos con ventosas a las puertas de los coches patrulla hasta colocarlos detrás de un hito kilométrico.
Aunque no existe confirmación oficial, la DGT dispone de una flota de 2.100 radares de velocidad, con 670 fijos, 90 de tramo y 1.350 móviles, entre estos últimos se cuentan los Velolaser.
Los motoristas denuncian
Hace sólo unos meses un motorista denunciaba en redes sociales la ubicación de un Velolaser en el Puerto de la Carrasqueta, el Alicante. Aquí el Velolaser estaba perfectamente escamoteado tras una baliza de iluminación nocturna.
Tal y como denuncia otro motorista, en Sotillo de la Adrada, Ávila, los agentes se aprovechaban de una señal kilométrica para fijarlo en su parte trasera, un lugar completamente indetectable salvo porque no estaba perfectamente alineado con la misma y sobresalía por encima.
Se trata de un método similar al denunciado por otro conductor en Palazuelo de Órbigo, León, en este caso el método empleado era exactamente el mismo, aunque en este caso sí que quedaba perfectamente oculto tras la señal kilométrica.
Máquinas de multar
Este tipo de radares tienen batería propia con cuatro horas de autonomía y funcionan por wifi y bluetooth, por lo que los agentes pueden ocultar el coche patrulla a distancia y no son necesarios cables de ningún tipo. Sin duda, el arma definitiva para multar.