Señal pintada sobre el pavimento en un pueblo de Asturias

Seguridad vial

La rayona de la DGT: la incomprensible señal amarilla pintada en una ciudad de Asturias

En ocasiones el significado de algunas señales homologadas por la DGT no está al alcance de los conductores

Los turistas que en estas fechas veranean en la pequeña localidad asturiana de Cangas de Onís, en el corazón de Picos de Europa, no salen de su asombro al descubrir la señal pintada por los servicios competentes del ayuntamiento en la plaza del Mercado de la localidad. Se trata de una plaza de doble sentido con coches aparcados a ambos lados de la misma que da acceso a la zona alta del pueblo.

En este lugar eran habituales los problemas de tráfico derivados de los coches que utilizaban la zona central de la misma para estacionar y hacer alguna gestión en la zona o tomar un café.

200 euros de multa

Así, los responsables del tráfico del ayuntamiento tomaron la decisión de pintar esta señal, que delimita tanto los dos carriles como el área central en la que está prohibido estacionar.

El significado de esta señalización ha desconcertado literalmente a los habitantes de Cangas de Onís, la citada localidad asturiana en la que han tenido lugar los hechos.

Los vecinos ya la conocen como la rayona

Para explicar su significado primero conviene entrar en la jerarquía de señales, las señales pintadas en el suelo son también conocidas como señales horizontales o marcas viales, y son las últimas en jerarquía de señalización.

Sin homologar

En este caso las señales amarillas hacen referencia a la prohibición al estacionamiento o algún tipo de restricción temporal. Así, la línea amarilla discontinua por un lado delimita los dos sentidos de la calzada, mientras que por el otro hace referencia a la prohibición de estacionar en su proximidad, aunque sí permite la parada.

El código de circulación permite parar el automóvil por un período máximo de dos minutos siempre que no se impida la circulación y no suponga un peligro. El conductor debe permanecer en el interior y con el vehículo siempre arrancado.

Lo correcto en estos casos es pintar un cebreado en amarillo

De esta forma el significado de la isleta pintada en amarillo es el mismo, que está prohibido estacionar, bajo multa de 200 euros, aunque hubiera sido más correcto pintar un cebreado amarillo, y no ensanchar una línea amarilla en lo que parece un error de señalización.