Seguridad vial
Las carreteras en las que la DGT te pide que circules más despacio del límite de velocidad
Más allá de los límites genéricos, la DGT recomienda circular por debajo de los límites máximos de velocidad en determinados tramos
De acuerdo con datos de la DGT, en la última década los excesos de velocidad están detrás de más de 100.000 siniestros en carretera que tuvieron como consecuencia más de 4.500 fallecidos. Unos datos que provocan que la DGT considere la persecución de esa infracción como prioritaria.
De hecho, en sólo unos años el número de radares y mecanismos de control se ha multiplicado de manera aritmética, del mismo modo que el número de multas.
Récord absoluto de multas
El año pasado la DGT estableció un récord absoluto de sanciones con más de 5,5 millones, de las cuales 3,7 millones estaban relacionadas con excesos de velocidad. Estamos hablando de más de 507 millones de euros de recaudación, lo que supone también un récord absoluto.
Tal y como es conocido las multas por excesos de velocidad van de 100 a 600 euros, con la retirada de entre dos y seis puntos del carnet, en función de la sanción en concreto.
Genéricamente los límites son también sencillos de recordar y conocidos: 120 kilómetros a la hora en autopista y autovía, 90 en carreteras nacionales y 50 o 30 en travesías urbanas.
Situaciones especiales
Pero la DGT quiere concienciar aún mas a los conductores, explicando que hay tramos y circunstancias en los que estos límites pueden ser demasiado elevados, por lo que nos pide que vayamos aún más despacio.
Más despacio de lo permitido
- Visibilidad reducida por curvas, cambio de rasante o fenómenos meteorológicos
- Cruces de carreteras
- Imprevistos, como la presencia de vehículos pesados, circulación en retenciones, carreteras en obras…
En estos casos hay tres posibilidades. Por un lado la DGT puede reducir por reducir aún más la velocidad de un tramos concreto mediante señales de obligación.
En segundo lugar puede recomendar una velocidad concreta inferior que no es obligatoria pero sí es recomendable como su nombre indica.
Por último, ni una ni otra, pues hace un llamamiento a la prudencia para que seamos nosotros mismos los que reduzcamos la velocidad en estas circunstancias. En este caso no hay sanción de por medio, sino que se trata de una apelación a la razón.