Las etiquetas se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para miles de conductores

Electrificación

Los coches a los que la DGT puede quitar la etiqueta medioambiental

El actual sistema de etiquetas se está quedando obsoleto respecto a las soluciones técnicas que ya emplean los fabricantes

Las Zonas de Bajas Emisiones y las etiquetas medioambientales deberían funcionar de la mano, pues las primeras limitan la circulación de automóviles más contaminantes, gracias a las claves identificativas que conocemos como etiquetas.

El problema es que ambos elementos nacieron ya cuestionados, por un lado la DGT aprobó las etiquetas medioambientales en 2016, cuando lo más cercano a la electrificación en la mente de los conductores eran las neveras y las lavadoras.

Las etiquetas, obsoletas

Entonces tan sólo Toyota hacía alarde de una tecnología híbrida no enchufable que los conductores no acababan de entender, pues complicaba excesivamente el funcionamiento de los automóviles sin reducir los consumos de forma apreciable.

El Toyota Prius originario era tan feo como adelantado a su tiempo

Los fabricantes se aprovecharon de las lagunas legales que dejaban las etiquetas para lanzar versiones microhíbridas que tienen acceso a la etiqueta Eco, combinando motores de más de 500 caballos con una asistencia eléctrica mínima que apenas sirve para mover los limpiaparabrisas. Esto permite etiquetar como ecológicos a vehículos que de eco no tienen más que eso, la etiqueta.

ZBE, la ley llegó tarde

Por otro lado la legislación nacional que regula el funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones llegó tarde y desacompasada, pues no fue aprobada hasta el día antes de su obligada puesta en funcionamiento por los ayuntamientos, el pasado 31 de diciembre.

Como consecuencia de ello, la gran mayoría de las 150 ciudades de más de 50.000 habitantes que las deben tener en activo no las tienen.

La excusa más habitual es que no ha habido tiempo para activarlas, pero la realidad es que se trata de una medida con un elevado coste electoral que la gran mayoría de los ayuntamientos no han querido asumir antes de los comicios municipales de mayo.

lAs etiquetas hoy

  • Cero: coches eléctricos e híbridos enchufables con autonomía superior a los 40 kilómetros
  • Eco: vehículos híbridos enchufables con una autonomía inferior a 40 kilómetros, híbridos no enchufables y vehículos de gas
  • C: vehículos gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel desde 2014
  • B: vehículos gasolina matriculadas a partir de enero de 2000 y diésel desde enero de 2006
  • A: también conocidos como sin etiqueta. Gasolina de antes de 2001 y diésel previos a 2006

Ahora, casi ocho años después de la articulación y desarrollo de las etiquetas medioambientales se escuchan vientos de cambio para las mismas.

Pese a no existir confirmación oficial, pues la DGT ni confirma ni desmiente, no son pocos los círculos cercanos al automóvil en los que se da por hecho una modificación del sistema de etiquetas, que como muy tarde tendría lugar en enero de 2027, coincidiendo con el cuarto aniversario de la puesta en funcionamiento de las ZBE.

Las ZBE están siendo cuestionadas por los tribunales en Madrid, Barcelona o Gijón

En esta fecha, tal y como confirmó el Gobierno, se va a llevar a cabo la primera revisión del funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones.

Nadie quiere reconocerlo

Lógicamente ni fabricantes, ni asociaciones del sector quieres oír hablar de posibles modificaciones en el etiquetado que pueda retrasar la decisión de compra de los conductores, pero dada las carencias del actual sistema no sería de extrañar.

El primer cambio afectaría a los coches híbridos enchufables con etiqueta cero. En la actualidad la DGT les obliga a homologar más de 40 kilómetros de autonomía eléctrica, y es probable que esta cifra suba hasta 90 kilómetros.

Otra cosa es si esta medida tendría carácter retroactivo, en su momento la DGT afirmó que no sería así, aunque aún es pronto para saberlo.