Práctico
Las horas a las que debes viajar para evitar los radares de la DGT
Un año más crece la presión de la DGT en las carreteras con nuevos radares y nuevos escondites
Tal y como ya han demostrado las estadísticas a nivel nacional, europeo y mundial, la velocidad está directamente relacionada con los accidentes de carretera, lo que quiere decir que a más velocidad, más accidentes.
Por si esto fuera poco, los datos también respaldan que a mayor velocidad los accidentes son más graves y las posibilidades de sobrevivir mucho menores.
Velocidad mortal
Por ejemplo, a 128 kilómetros/hora tenemos un 30 % menos de probabilidades de sobrevivir que a 120, y a 150 kilómetros por hora las posibilidades de sobrevivir se acercan peligrosamente a cero.
Por ello, circular por encima de la velocidad permitida es una imprudencia grave y como tal debe estar castigada. Otra cosa es cuando el control de la velocidad por parte de las autoridades entra en el terreno de la persecución.
Cazar despistados
En esta ocasión el más mínimo despiste como superar el límite de velocidad en 10 kilómetros a la hora, algo muy habitual por ejemplo en una cuesta abajo en la autopista y con buena visibilidad, es perseguido sin miramientos por la DGT.
Más aún ahora que el organismo público utiliza habitualmente los nuevos mini radares Velolaser escondidos a traición detrás de señales del tráfico o del quitamiedos en las autopistas.
Con este tipo de protocolos se castiga más al conductor descuidado que no al verdadero infractor, al que premeditadamente supera los límites de velocidad con alevosía.
Es por ello que hay conductores que optan por viajar en las horas en las que hay menos probabilidades de encontrar radares escondidos.
Lógicamente, conviene evitar el horario en el que la DGT espera mayor volumen de tráfico: el viernes de 16 horas a 23 horas, el sábado de 9 horas a 14 horas y el martes de 14 a 24 horas, pues en estas franjas se va a concentrar el mayor número de agentes en las carreteras. Además, tal y como indica la DGT, son las horas menos recomendables por congestión y por seguridad.
Durante la noche es cuando menos controles de velocidad hay. Más allá de los radares fijos, a estas horas es realmente difícil encontrarse con uno móvil, en cambio, los de alcoholemia resultan más frecuentes.