¿Qué significa si las líneas discontinuas de la carretera son más largas o más cortas de lo normal?

Aunque parezca una pregunta retórica y muy sencilla, se trata de una de las preguntas más habituales de los exámenes teóricos de la DGT, a la vez que una de las más falladas.

De hecho, recientemente la Dirección General de Tráfico colgaba esta pregunta en las redes sociales para que los seguidores comprobara su nivel de conocimiento del código de circulación.

Pregunta habitual

Que las líneas discontinuas de una carretera, técnicamente marcas longitudinales discontinuas, sean más largas o más cortas no es en absoluto fruto de la casualidad, ni siquiera es fruto de un error del operario que maneja la máquina de pintura, sino que tiene una respuesta y un significado mucho más elaborados.

En las autopistas y autovías este tipo de líneas deben medir 5 metros de largo por 1,5 metros de ancho y deben estar separadas por 12 metros. En las carreteras convencionales estas mismas líneas deden medir 4 metros de largo, con una distancia entre ellas de 8,5 metros.

Este tipo de marcas tienen como finalidad delimitar los carriles a la vez que permiten la posibilidad de atravesarlas para realizar maniobras como un adelantamiento.

Cuando estas líneas son dobles y simétricas, lo más probable es que estemos en una travesía o en un carril reversible, dos de las situaciones en las que se usa esta modificación.

Líneas largas

En el caso de que los trazos de la línea discontinua se alarguen hasta casi tocarse, significa que la línea está a punto de convertirse en línea contínua, cuya aparición es inminente.

En el caso contrario, cuando los trazos se hacen más cortos y se separan anticipan la llegada de un peligro que requiere de nuestra atención, ya sea un paso de cebra, un cruce delicado, una curva cerrada, un cambio de rasante, o la entrada en una zona en la que suele haber retenciones de coches. Por cierto, la respuesta correcta es la B.