Multas y sanciones
Los trucos que usa la DGT para evitar que los conductores corran
La DGT cuenta en la actualidad con más de 2.000 radares en carretera para controlar a los conductores, incluso dispone de falsos radares
Hay dos axiomas que no merecen discusión, los excesos de velocidad son una de las principales causas de accidente en carretera y estos son más graves cuanto más rápidos van los coches, pues el índice de supervivencia es muy inferior.
Así, es comprensible que en toda Europa los organismos equivalentes a la DGT haya organizado una cruzada en contra de la velocidad. Es cierto que hay países como Alemania que mantienen carreteras de velocidad libre, pero ni son todas ni es a cualquier hora.
Velocidad dinámica
En Alemania habría que hablar de un sistema dinámico de límites de velocidad, que los reduce o los flexibiliza en función de las condiciones generales del tráfico. Actualmente en España ni las carreteras ni los coches están preparadas para establecer zonas de velocidad libre.
Según denuncia la Asociación Española de la Carretera, el déficit de mantenimiento de la red de carreteras nacional es superior a los 10.000 millones de euros. Por otro lado el parque móvil español está entre los tres más antiguos de Europa, con más de 14 años.
Pillos al volante
En numerosas ocasiones se acusa a los conductores españoles de comportamientos poco honestos, con contantes trucos y maniobras para engañar a la DGT o para anular de cualquier manera una multa que nos han puesto con toda justicia.
Pero lo que nadie cabe esperar es que también haya un comportamiento ‘pillo’ y con connotaciones de picaresca por parte del organismo de control: la DGT.
Pues así es, la DGT hace ya años que puso en funcionamiento una serie de trucos para pillar al mayor número de conductores posible, algo que han denunciado en numerosas ocasiones desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC).
Labor sancionadora
Los agentes de la Benemérita se quejan de haber sustituido su labor formativa e instructora de los conductores que cometen infracciones por una tarea meramente sancionadora.
En el caso de los radares hay tres ejemplos muy claros. Por un lado la DGT lleva ya meses escondiendo los radares en los lugares más insospechados de la carretera, lo que hace imposible descubrirlos.
Por si esto fuera poco el propio Pere Navarro anunció hace años la puesta en funcionamiento de las cajas radar vacías, es decir, cajas de radar fijo que simulan tener un equipo de medición dentro. Pere Navarro se jactaba de que así se logra engañar a los conductores y que frenan.
La pillería más reciente de la DGT son los radares en cascada. Para ello coloca dos radares seguidos en una misma carretera a una distancia inferior al kilómetro, de esta manera cuando pasa por el primero te relajas y es el segundo el que sanciona.