El ojo de halcón de la carretera: así funciona el nuevo radar que mide miles de coches a la hora

El exceso de velocidad es considerado a nivel europeo como uno de los cinco grandes errores que se pueden cometer en carretera, responsable directo de miles de accidentes de tráfico cada año, junto a elementos como el alcohol, las drogas o no respetar los semáforos.

La velocidad es proporcional a factores como el tiempo de reacción y a la gravedad de las lesiones que se producen en caso de accidente. Este es un axioma popularmente admitido en el mundo de la seguridad vial, el problema es que hasta el momento las autoridades competentes no han dado con un método mejor que la vigilancia para reducir estos excesos de velocidad.

Multas y más multas

Esto significa que sale mas barato invertir en radares y sistemas de control que en formación y concienciación de la ciudadanía en seguridad vial, un trabajo que requiere más tiempo y dinero.

La clave es que los radares midan el mayor número de coches por segundo y manden el mayor número de multas a casa, sin tener que parar a los conductores sancionados.

Pese a no formar parte ya de la Unión Europea, el Reino Unido comparte el objetivo de cero fallecidos en carretera para el año 2050, con una fase intermedia en 2030 que pide reducir la mortalidad a la mitad en ese año.

Un objetivo ambicioso que por el momento se traduce en mayor control de los conductores, tal y como ha ocurrido al sur de Inglaterra, donde se han puesto en funcionamiento uno de los radares más sofisticas que existen en Europa.

Ojo de halcón

Son conocidos como ojo de halcón por su parecido con el sistema del tenis, en este caso están colocados sobre un mástil metálico elevado y pintado en color amarillo para que se vea fácilmente. Entre sus principales funcionalidades está 60 que puede controlar por minuto en ambas direcciones, más de 300.

Dispone además de un sistema de infrarrojos que no hace necesario que disponga de flash, de forma que por la noche puede poner multas sin ayuda de ningún tipo de iluminación.

Inicialmente se han desplegado en cuatro carreteras de los condados de Devon y Cornwall en los que la velocidad está limitada por debajo de los 50 kilómetros/hora y donde habitualmente se registran accidentes por no cumplirlo.

Según las autoridades, el sistema ha emitido casi 1.700 denuncias durante sus dos primeras semanas en funcionamiento. Muchos de los sancionados son vecinos de la zona que conocen su existencia y destaca el caso de un conductor sorprendido a más de 120 kilómetros a la hora.