La Unión Europea aplaude a la DGT por esta medida que desquicia a los conductores y dispara el consumo

La DGT trabaja sobre iniciativas inéditas en otras ciudades europeas que ahora están siendo estudiadas en el marco de la Semana Europea de la Movilidad

Con más o menos acierto hay que reconocer que la Dirección General de Tráfico está al frente de determinadas iniciativas europeas en materia de seguridad vial.

Se trata de iniciativas que la gran mayoría de los países miembros de la Unión Europea ni se plantean por el momento, pero que podrían llegar a extenderse más allá de nuestras fronteras, siempre que estén respaldadas por su eficacia.

Luces V16 y más

Hablamos de medidas tan llamativas como la puesta en funcionamiento de las luces de emergencia V16, las populares balizas que sustituirán a los triángulos de emergencia en caso de accidente.

La luz V16 es la gran apuesta de la DGT en la actualidad

Estas luces serán obligatorias en 2026 y aportan como gran novedad estar conectadas con la DGT 3.0, el departamento de la organización que se encuentra en contacto directo con las carreteras para intervenir en tiempo real. Así, pueden mandar asistencia o cambiar el significado de las señales sobre la marcha para cerrar un carril en caso de emergencia.

La DGT se conecta

Precisamente la DGT 3.0 ha sido otro de los avances enumerados por el director de Transporte Terrestre de la Comisión Europea, Kristian Schmidt, durante la Semana Europea de la Movilidad que se celebra en Madrid con motivo de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea.

Las ciudades españolas han adoptado ya el nuevo límite de velocidad

Pero si hay un aspecto que ha querido alabar públicamente Kristian al director general de la DGT, Pere Navarro, ha sido su decisión de reducir la velocidad máxima en las ciudades a 30 kilómetros a la hora. De acuerdo con datos de la DGT esta medida ha logrado disminuir los fallecidos por atropello en ciudad un 20 % en los últimos años.

Sin movimiento no hay accidentes

Lo que no ha hecho referencia es al incremento de emisiones que supone esta medida, pues al circular a 30 kilómetros a la hora las emisiones de los coches son superiores a circular a 50, pues es precisamente a estas velocidades tan bajas cuando las emisiones se disparan al circular con el motor muy revolucionado y en primera o segunda velocidad.