La Unión Europea ha optado por el camino de la obligación y la prohibición

Electrificación

Los tribunales europeos estudian ya la legalidad de la imposición del coche eléctrico

Diferentes instancias europeas alzan ya su voz contra la normativa que obliga a conducir coche eléctrico a partir de 2035

Parece que la electrificación del automóvil en Europa hace aguas por primera vez. Primero fue el retraso anunciado en el Reino Unido para la prohibición de la venta de coches de combustible, que ha pasado de 2030 a 2035, después Bruselas anunció que apostará por una Euro 7 light, menos exigente con las limitaciones de emisiones a los coches de combustible y finalmente la puntilla la han puesto los tribunales europeos, que acaban de admitir a trámite una demanda que pone en duda la legalidad del coche eléctrico.

Voces discordantes

En este caso detrás de la demanda está el consorcio germano Lühmann Gruppe, especializado en combustibles sintéticos, que denuncian a la Unión Europea por la persecución ideológica que están llevando a cabo sobre este tipo de carburantes.

Los combustibles son hoy el gran enemigo de Europa

Esta denuncia es la continuación a la polémica mantenida entre el Gobierno alemán y la UE hace ahora unos meses, cuando el Reichstag exigió a la UE dar cabida a los combustible sintéticos más allá de 2035 si lograban descarbonizar por completo sus emisiones, incluso en el proceso productivo.

Hablan los e-fuel

En aquel momento la polémica se cerró en falso, pues aún no se ha desarrollado la norma definitiva, pero este colectivo de fabricantes de combustibles sintéticos considera que si homologan las cero emisiones con estos combustibles, la UE debería admitir su utilización, así como la comercialización de coches con motor de combustión que funcionen con ellos.

Los combustibles sintéticos siguen generando polémica

La realidad es que la normativa europea recoge como condición obligada la neutralidad de emisiones a partir de 2035, pero en ningún caso habla de que sólo se puedan vender coches eléctricos.

Cero emisiones

Una ambigüedad en el enunciado que ahora este colectivo quiere cerrar por completo para seguir evolucionando los e-fuel en su desarrollo y seguir invirtiendo recursos, pues podría darse la situación que una vez desarrollados la UE no les permitiera usarlos.

La realidad es que a día de hoy estos combustibles son caros y difíciles de producir y parece complicado que en algún momento sirvan para una utilización masiva, más allá de firmas exclusivas como Porsche o Ferrari, que no quieren renunciar al ronroneo de sus motores y al aroma a gasolina.