BMW es una de las marcas que apuesta por Hungría, al doblar el tamaño de su factoría de coches eléctricos
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Hungría arrebata a España una fábrica china de coches eléctricos y se convierte en el Detroit europeo
Su ubicación en la nueva ruta de la seda y la cercanía con Alemania han convertido a Hungría en el vórtice europeo del coche eléctrico y las baterías. Actualmente tiene tres fábricas en construcción
La electrificación del automóvil ha supuesto su completa reinvención. El diseño, la producción e incluso la venta de los coches eléctricos tiene poco que ver con lo que conocíamos antes de la epidemia de Covid.
La sustitución de los propulsores de gasolina y diésel por un motor eléctrico y una batería ha simplificado los automóviles en extremo, que ahora tienen la mitad de piezas. El problema es que ahora dependen exclusivamente de un componente: la batería.
La batería manda
La batería cobra un protagonismo absoluto en este tipo de coches. De la misma dependen factores como la autonomía, el tiempo de recarga y la propia duración del automóvil, pues cuando la batería está averiada o pierde sus propiedades suele ser más barato achatarrar el coche que cambiarla.
Fábrica de baterías de la marca china BYD
Su importancia es tal que las baterías actuales no se producen en la mismas fábricas de los coches, sino que exigen instalaciones propias de alta seguridad con ambiente purificado limpio de polvo.
En estas factorías se producen las conocidas como celdas, que posteriormente se unen por decenas para conformar las baterías que se usan en los coches, un proceso que sí suele hacerse en la propia fábrica de automóviles.
Crecen las fábricas
Esto ha provocado que los fabricantes hayan tenido que duplicar sus instalaciones productivas, es el caso de VW en España, que está construyendo su propia fábrica de baterías en Sagunto, Valencia.
Comienzo de las obras de la fábrica de baterías de VW en Sagunto
Las marcas asiáticas en general son expertas en este terreno, pero son las chinas las que acaparan todo el protagonismo, pues este país ha estado años preparándose para 'invadir' el mundo con coches eléctricos en el momento adecuado, y este momento fue el Covid.
Se trata de una estrategia absolutamente lícita y tal y como ellos mismos reconocen cumplen escrupulosamente e incluso mejoran las normativas de homologación de los países en los que se instalan, caso de lo que ocurre en Europa actualmente.
Este proceso se va a traducir en la deslocalización de la producción del automóvil tal y como lo conocemos, lo que supone que desde hace meses se esté decidiendo la ubicación del Silicon Valley del automóvil europeo, el vórtice desde donde se fabriquen y exporten coches eléctricos al resto del continente.
Jaque mate
En esta partida de ajedrez España era uno de los países candidatos a cobrar mayor protagonismo, y así ha sido con la apuesta de Stellantis, Renault y Volkswagen por las factorías españolas que hay en nuestro país, que han sido calificadas como estratégicas y están recibiendo nueva carga de trabajo.
El reto era lograr que nuevos fabricantes trajeran a España la producción tanto de baterías como de coches, algo en lo que Hungría era uno de los principales rivales que parece estar ganando el pulso.
Stellantis, Audi, BMW, Mercedes... Hungría es una gran fábrica de coches para Alemania
Su situación estratégica en lo que se conoce la nueva ruta de la seda ha hecho que al menos tres firmas chinas de baterías hayan confirmado ya la construcción de fábricas en territorio húngaro, en concreto CATL, Nio y BYD.
España ha sido candidata firme a albergar la factoría de BYD, pero finalmente la semana pasada se filtró que el acuerdo con el Gobierno húngaro era ya una realidad.
Fue uno de los contratos que se trajo debajo del brazo el primer ministro húngaro Viktor Orbán de su reciente viaje a China para explorar las posibilidades de la nueva ruta de la seda. Allí se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, que confirmó el excelente momento de las relaciones entre ambos países tras el velado apoyo de Orbán a la Rusia de Putin.
China apoya a Hungría
Estas tres fábricas chinas de baterías, que han supuesto inversiones superiores a los 5.000 millones de euros, se suman a las tres coreanas que ya operan en el país (Göd, Iváncsa y Komaron).
Alemania apoya este movimiento estratégico de la automoción a la puertas de su casa, pues hay que tener en cuenta que Hungría dispone ya de fábricas de Audi, Opel (Stellantis), Mercedes, BMW, Suzuki y de decenas de empresas de componentes y neumáticos como Hankook, con lo que Hungría se consolida como una potencia automovilística emergente.
A día de hoy Hungría ocupa el puesto número 27 en el ranking mundial de países productores de automóviles con 441.000 coches producidos en 2022, frente a los 2,2 millones de España, que ocupa la novena posición.
