
Los combustibles bajan de precio muy lentamente
Carburantes
Baja el petróleo pero no el combustible: ¿efecto pluma y cohete o tomadura de pelo?
Pese a que el precio del crudo ha bajado un 15 % desde el mes de septiembre, el precio de los combustibles no termina de bajar de forma significativa
El precio del combustible es siempre fuente de polémica, algo previsible si tenemos en cuenta que es uno de los gastos más importantes tanto para las familias como para los profesionales que viven del transporte o similares.
Con un panorama internacional tan inestable como el actual y a las puertas del invierno, es difícil predecir no sólo los precios del petróleo, sino el simple hecho de que vaya a haber o no petróleo para toda Europa. No podemos olvidar los problemas de abastecimiento que algunos gurús del sector anticiparon el año pasado.
Inestabilidad internacional
Un año después, el comportamiento del petróleo sigue estando dentro del terreno de lo paranormal, pues a pesar de la crudeza de la guerra de Ucrania y del conflicto de Israel y Palestina, el precio no para de caer.

El mercado internacional del petróleo muestra síntomas de saturación
Más allá del petróleo
Es cierto que los precios de los combustibles no describen una curva similar a la del barril de Brent, sobre todo a la hora de bajar. Es lo que habitualmente se conoce como efecto pluma y efecto cohete.
En virtud de esta explicación las petroleras se dan más prisa a la hora de subir el precio que de bajarlo. Algo de eso sin duda puede haber, pero merece la pena analizar qué otros factores pueden entrar en juego.

El tipo de cambio y el de los productos químicos influye en el precio del combustible
Quizá la principal razón sea que las compras suelen hacerse a futuro, esto quiere decir que el petróleo que llega hoy a España lo pagamos hace semanas a otro precio, por lo que no hay que fiarse sólo de las cotizaciones internacionales del crudo.
Mercado de futuro
Por otro lado, el petróleo sólo supone un 40 % del coste del carburante, por lo que hay otros productos que intervienen en su fabricación que pueden también afectar al precio, sin dejar de lado al transporte, que también puede influir.
Además del precio del Brent, el tipo de cambio es clave, lógicamente con un euro fuerte las operaciones de compra son más baratas, pues el mercado internacional opera en dólares. Otro de los factores a tener encuenta.

La curva de los precios no es perdecible
Es probable que el resultado final de todos estos factores más el aderezo de la pluma y el cohete permitan entender algo mejor el precio de los carburantes. De hecho, si no aterriza un platillo volante, en breve o algo similar es muy probable que al menos a comienzos del invierno el combustible mantenga unos precios razonables frente a lo que hemos vivido.