Práctico
El peligro de llevar tapones metálicos en las ruedas del coche
Este minúsculo objeto es muy codiciado por los amigos de lo ajeno, y su importancia es tal que no debemos circular sin ellos en las válvulas
Los tapones de las válvulas de las ruedas son unos perfectos desconocidos. Más allá de su efecto estético, es raro encontrar a un conductor que conozca cuál es su verdadera función.
Pese a su sencillez, son clave a la hora de asegurar el correcto funcionamiento del neumático, más que nada porque son una parte esencial de la válvula que evita que el neumático pierda presión.
Esenciales
La válvula tiene un pequeño filamento llamado obús, que cuando se presiona hacia adentro permite la salida del aire. Precisamente la función de los tapones es evitar que el simple aire que se genera con el movimiento del coche pueda provocar que baje la presión del neumático, pues el aire incide directamente contra la válvula.
Además, contribuye a proteger a la válvula del impacto de piedras y pequeños objetos que pueden deteriorarla. Funciones claves para mantener constante la presión de los neumáticos.
Muy robados
Desafortunadamente, es muy normal que nos roben los tapones de las válvulas, especialmente cuando tenemos tapones metálicos. Aunque no son caros, sí es cierto que resultan muy atractivos por sus colores vivos y porque algunos llevan el sello del fabricante o similar.
Aunque hay deportivos y coches de alta gama que los llevan metálicos de serie, no está de más hacernos con una bolsa de tapones de repuesto, o en su defecto guardar los originales y reemplazarlos por unos de plástico de toda la vida, que cumplen exactamente igual con su función y evitan este problema que es demasiado habitual.
Control periódico
Independientemente del tipo de tapones que usemos, conviene que comprobemos la presión de los neumáticos cada dos semanas, porque las pérdidas de aire son constantes.
Circular con los neumáticos bajos de presión, además de ser peligroso, puede provocar que estropeemos prematuramente el neumático, pues el contacto de la goma con el asfalto no es el adecuado, con lo cual se genera un desgaste irregular que obliga a cambiarlo antes de tiempo.