Este vehículo marcó una etapa importante para la historia del automóvil

Fiebre nipona

El coche rural español por excelencia que causa sensación en Japón y pagan a precio de oro

Basta pasearse por cualquier pueblo español para encontrar con alguna unidad de este modelo, que fue fabricado en España y sirvió para motorizar a una generación de agricultores

Pese a que ahora se trata de una verdadera reliquia, el Renault 4L puede considerarse como un verdadero icono del automóvil. Rival directo del Citroën 2CV, el 4L fue lanzado en 1961 y estuvo en producción en Valladolid entre los años 1963 y 1991, de hecho es uno de los vehículos más fabricados y vendidos de la historia del automóvil francés con más de ocho millones de unidades.

En los cinco continentes

Fue ensamblado en los cinco continentes entre los años 1961 y 1994 y el paso del tiempo lo ha convertido en un vehículo especialmente valorado, con precios entre los 2.000 y los 6.000 euros en función del estado de conservación.

Tracción delantera y una concepción mecánica muy moderna

Pero lo que pocos podían esperar es que este automóvil se convirtiera en un verdadero icono para los conductores japoneses, que lo veneran hasta tal punto de pagar millonadas por una unidad y realizar kit estéticos que simulan ser uno de ellos.

Parece lo que no es

En este caso se trata de kit que están disponibles partiendo de un Suzuki Alto, un kei car que está entre los más vendidos del mercado.

Pues elegir incluso pintarlo en un color de la época

Los kei car japoneses son pequeños vehículos con un carácter eminentemente urbano por su reducido tamaño y que se caracterizan por unas formas muy cuadradas y compactas. De hecho la idea es que hasta dos kei car puedan aparcar en el hueco de un automóvil convencional, una ventaja por la que el Gobierno nipón los subvenciona.

La base: Suzuki alto

En este caso el kit estético comercializado por un fabricante japonés hace que el Suzuki Alto pase por un Renault 4L, también conocido como un Cuatro Ele o un Cuatro Latas, el kit incluye la posibilidad de elegir estética frontal, trasera o ambas, e incluso permite pintarlo de alguno de los colores originales del modelo.

Así queda la trasera del Alto

Tiene un precio de venta de unos 420.000 yenes más la pintura, unos 2.600 euros sin pintar y se trata de una magnífica solución para los japoneses amantes de este vehículo que no pueden permitirse acceder al mercado de ocasión de este mítico modelo que Renault pretende remasterizar y volver a comercializar los próximos años.