El procedimiento de renovación no variará respecto al actual

Normativa UE

Bruselas corrige a la DGT y reduce la frecuencia con la que tenemos que renovar el carnet de conducir

La Dirección General de Tráfico trabajaba ya para reducir a dos años la validez del carnet de conducir a partir de los 65 años

La injerencia de la Unión Europea en las políticas de tráfico de sus países miembros es cada vez mayor. Hace solo unos años su acción se limitaba a legislar en materia de emisiones y poco más, pero desde hace unos meses se mete mucho más en la legislación vial de los países miembros.

Detrás de este cambio de política está el compromiso que adquirió hace unos años de reducir los fallecidos por accidente de tráfico en Europa a cero en 2050, un objetivo extremadamente ambicioso que por el momento parece lejano.

Visión Cero

Dentro del nuevo papel legislador del tráfico de los países miembros, hace solo dos años que decidió trabajar en el desarrollo de un carnet de conducir común en formato digital que tendría valor en todo el territorio comunitario y sustituiría al actual.

La UE ya ha anunciado cómo será el carnet único a partir de 2025

Pero poco a poco lo que iba a ser un mero cambio en el soporte físico de un documento se está convirtiendo en una regulación completamente nueva que reemplaza y desdice en muchos casos a la que están aplicando en cada país.

La UE dicta sentencia

De hecho, en España hace años que la DGT está trabajando para acortar los periodos para la renovación de los mayores de 65 años. Actualmente, son cinco años, mientras que la renovación del carnet de conducir para el resto de conductores está actualmente en 10 años.

La renovación será cada 15 años independiente de la edad

Pues bien, de cumplirse lo previsto por la UE, cuya aprobación podría tener lugar este mismo año, los conductores españoles tendrán que renovar su carnet de conducir cada 15 años, periodo que no varía en función de la edad, afectando también a los mayores de 65 años.

Según Bruselas, en el caso de este colectivo deben ser ellos los que renuncien a conducir cuando no se encuentren en plenitud de condiciones. Una decisión que apela a la responsabilidad personal de cada uno y evita normativas que estigmatizan a este grupo de ciudadanos.