Frío y horas de espera a la intemperie: la odisea vivida por los conductores de coches eléctricos estos días

Las redes sociales han ardido literalmente durante este fin de semana con los problemas que han registrado los propietarios de coches eléctricos a la hora de regresar a casa tras los desplazamientos vacacionales.

Caos, horas de espera y frío han sido los compañeros de viaje que han tenido los usuarios de estos vehículos durante estos días, una situación que agrava aún más la delicada situación por la que pasan las ventas de coches eléctricos en España, que apenas alcanzan un 5 % de cuota de mercado.

Un problema de red

Odiadores oficiales (haters) de coches eléctricos han recogido decenas de vídeos, que han corrido como la espuma en redes sociales. En estos se puede ver cómo los propietario de vehículos Tesla se quejan de esperas de más de dos horas para poder cargar su batería por la saturación de los cargadores que se registra actualmente por la escasez de puntos.

En este caso la tormenta Nelson ha agravado la situación en extremo, pues las bajas temperaturas provocan que la batería se gaste antes, lo que obliga a parar a recargar con más frecuencia.

La calefacción apagada

En paralelo la calefacción puede restar hasta un 20 % de autonomía a los coches eléctricos, por lo cual muchos de los propietarios se han visto obligados a viajar sin calefacción o a esperar con la misma apagada para cargar ante el riesgo de quedarse ‘secos’ en plena carretera.

En este caso el propietario de un Tesla Model 3 nos ha contado que el consumo de su coche este puente ha subido de 17 kWh a 21 kWh a los 100 kilómetros por el frío, lo que ha provocado que su coche pase de una autonomía normal en torno a los 375 kilómetros a unos de 330.

De hecho en su viaje habitual de Galicia a Madrid ha tenido que hacer dos paradas de 50 minutos para cargar, cuando habitualmente con dos de 20 minutos llega a Madrid, pues el frío además ralentiza la velocidad de carga.

El frío, un gran enemigo

Los principales problemas se han dado en la carretera de Valencia, especialmente en las áreas de carga de Tesla en La Gineta (A31), Honrubia y la Atalaya de Cañavate. Tres estaciones de carga propiedad rápida en las que los conductores han sufrido más de dos horas de espera para poder poner a 'repostar' su vehículo.

Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), actualmente en España hay unos 34.050 puntos de recarga, de los cuales unos 8.900 no están en funcionamiento, bien por avería o bien porque directamente no han sido de dados de alta por la administración competente.

Cargadores lentos

De estos 25.000 que quedan en activo tan sólo el 25 % son de alta velocidad, el resto son de baja potencia, lo que significa una carga lenta de unas tres horas en el mejor de los casos.

Esto significa que actualmente hay en funcionamiento unos 6.200 puntos de carga rápida en España, que son los que se usan en carretera, pues nadie está dispuesto a hacer recargas de más de 40 ó 50 minutos. Se trata de una red claramente insuficiente para los más de 165.000 kilómetros de carretera de la Red Nacional de Carreteras.

El problema de la red de recarga en España es que a día de hoy sigue siendo deficitaria. El tiempo medio de uso diario de cada punto de carga desplegado es de poco más una hora, con lo cual nadie quiere asumir el coste de este despliegue.

El Gobierno cede la palabra a la iniciativa privada, en este caso las marcas de coches han llevado a cabo tímidos avances como la red Ionity de BMW, Ford, Hyundai, Mercedes, Audi y Porsche; excelente pero con un precio por kilowatio que supera al de la gasolina 98 en uso real.

Tesla, por su parte, dispone de 500 puntos de carga en España, muchos de ellos en las principales carreteras, por lo que la convierte en una de las mejores opciones para viajar.El problema es que la gente lo sabe y se satura.

Pocos cargadores y lentos

Otros operadores como Iberdrola, Endesa, Repsol, Wenea, Zunder, BP Pulse o Eranovum también están poniendo de su parte, pero insistimos que son inversiones de millones de euros en las que la amortización en muchos casos está por ver.

En este caso el mal tiempo ha complicado la Semana Santa a los propietarios de coches eléctricos menos previsores, una situación que debería corregirse a finales de 2026, fecha en la que Bruselas obliga a España a tener una estación de cargadores rápida cada 60 kilómetros de carretera.