La DGT se contradice a sí misma y quiere aprobar dos normas incompatibles

Tal y como se diría ahora en el lenguaje popular, la DGT está on fire, pues no deja de proponer medidas y soluciones a diario para intentar reducir la siniestralidad en carretera. Las estadísticas indican que, tal y como reconocen desde el propio organismo, la reducción de fallecidos se ha estancado, una realidad que afecta a toda Europa.

Pese a ello, se echa en falta alguien que ponga una nota de cordura entre tanta propuesta, sobre todo porque algunas son incompatibles.

Falta coordinación

Hace sólo unas semanas que la DGT apostaba por la utilización de los carriles de emergencia originarios de Alemania, donde se conocen como Rettungsgasse. Se trata de una maniobra que consiste en dejar el carril central libre en caso de accidente para que puedan pasar las emergencias.

Para ello los ocupantes del carril derecho deben desplazarse hacia la derecha (el arcén) mientras que los de la izquierda deben desplazarse al lado contrario, liberando el carril central para uso de las emergencias.

Ya se aplica

Se trata de una medida que tal y como hemos podido comprobar ya se ha utilizado en alguna autopista española con éxito, en concreto recientemente en la capital.

En paralelo el propio Pere Navarro confirmaba esta misma semana que también está pendiente de aprobación la medida, que va a permitir circular a las motos por el arcén cuando existe una retención.

200 euros de multa

Se trata de una decisión que pretende dar curso legal a una maniobra que el propio Navarro explicó que hacen ya casi todos los motoristas, lo que no les libra de una multa de 200 euros si son sorprendidos por la Policía. Eso sí, su velocidad debe ser siempre inferior a los 30 kilómetros/hora.

El problema es que es un contrasentido permitir que los motoristas circulen por el arcén en caso de retención si esta zona debería ser usada por los coches del carril derecho en caso de emergencia o accidente.