Los sistemas de seguridad que la DGT obliga a llevar en los coches pero los conductores desconectan al arrancar

Tanto Bruselas como la DGT siguen en marcha con su lucha sin cuartel contra los accidentes de tráfico, aunque desafortunadamente los resultados no son los esperados por los organismos y la siniestralidad y los fallecidos en carretera han repuntado durante los dos últimos años.

Precisamente haca dos años que la DGT confirmó oficialmente la entrada en funcionamiento progresivo de un sinfín de medidas de seguridad en la antesala de la conducción autónoma.

Muy intrusivas

Estas medidas de seguridad, conocidas como ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), tienen un papel activo en la conducción, por un lado avisan al conductor de los peligros mediante un sinfín de señales sonoras y visuales y por otro llega a intervenir sobre la dirección o los frenos cuando detecta que el accidente es inminente.

Este conjunto de ADAS serán obligatorias en todos los coches que se vendan a partir de julio de este año, lo que ha supuesto un esfuerzo importante en investigación y desarrollo para los fabricantes que ahora van a repercutir sobre el precio de los coches.

La realidad es que muchas de estas ayudas resultan bastante intrusivas durante la conducción, pues deben alertar al conductor si detectan que se está quedando dormido, si supera el límite de velocidad o si se cambia de carril sin dar el intermitente, una circunstancia en la que llega a intervenir sobre el volante insinuando el giro de regreso a nuestro carril.

Asustan al principio

Ya son muchos los conductores que reconocen desconectarlas según se suben a un coche nuevo, por lo que algunos fabricantes permiten personalizar un botón para desconectarlas todas de una vez, pues para apagarlas de una en una hay que hacerlo a través del ordenador por cuestión legal, un verdadero despropósito.

Sólo el tiempo dirá si estas ayudas cumplen su objetivo y reducen la siniestralidad o por el contrario no conducen a ningún sitio.