Dirección General de Tráfico
Pere Navarro confirma que estará cuatro años más al frente de la DGT pese a dispararse la siniestralidad
Los conductores acusan a Pere Navarro de no defender sus intereses y de convertir a la DGT en un órgano recaudatorio. El catalán rozará así la veintena de años dirigiendo el organismo
Tras 15 años al frente de la DGT Pere Navarro ha querido dar un nuevo golpe de efecto a su trayectoria política. Cuando dentro y fuera del organismo todo el mundo confiaba en su adiós inminente, Navarro acaba de confirmar en una entrevista que seguirá dirigiendo Tráfico otros cuatro años.
Estos cuatro años suponen que el catalán, que en su etapa anterior llegó a ser gobernador civil de Barcelona, rozará los 20 años al frente del máximo organismo rector del tráfico en España.
De Zapatero a Pedro Sánchez
En 2004 Pere Navarro afrontaba su primera etapa al frente de la DGT de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero. Navarro apuró sus ocho años de mandato y a punto estuvo de que Rajoy le mantuviera al frente del organismo. Más que un político, en aquel momento se hacía ver como un técnico, un hombre de consenso que había logrado reducir los fallecidos en carretera de manera drástica.
Cuando accedió a la DGT en 2004 se encontró con 4.740 muertes sobre el asfalto por accidente y cuando la dejó en 2012 la cifra rondaba los 1.900.
Un carnet a la francesa
Un logro en el que la decisión de instaurar el carnet por puntos en 2006 fue clave. Un carnet que calcó del modelo francés tal y como el propio Navarro ha reconocido en diferentes ocasiones.
Pedro Sánchez le recuperó al frente de la DGT en 2018. Tras las elecciones de junio de 2023 se abrió el melón de su sucesión, aunque nadie acababa de ver clara su marcha. Finalmente Navarro ha terminado por confirmar que se mantiene al frente del organismo con la complicidad de Marlaska.
Algunos creen ver en esta decisión del ministro Marlaska un comodín que le dará margen de maniobra en caso de que las cosas en la carretera se pongan feas, pues a día de hoy Pere Navarro está ya más que amortizado.
Un director general amortizado
Ajeno a que tal y como decía Napoleón: «una retirada a tiempo es una victoria», Pere confirma que se mantiene al frente del organismo porque la convocatoria electoral del año pasado dejó en el aire demasiados flecos de su gestión.
Cabe destacar entre ellos la nueva ley de movilidad y una nueva actualización del Reglamento General de Conductores que incluirá prohibir ponerse a los mandos de motos de 125 con carnet de coche, las luces de emergencia V16 y limitar aún más la maniobra de adelantamiento.
Entre sus decisiones más discutidas de los últimos años están el nuevo límite en ciudad de 30 km/h o la eliminación del margen de 20 km/h para adelantar.
Un modelo agotado
Un modelo de funcionamiento que ha convertido a la DGT en un organismo recaudatorio, multiplicando el número de radares, sanciones y mecanismos de cobro.
Entre sus fracasos más sonados están haber cerrado la DGT a los conductores, pues a día de hoy hacer una gestión física allí es ciencia ficción, colas de un año para sacarse el carnet de conducir y lograr ponerse en contra a la Guardia Civil de Tráfico, que ha avisado ya en varias ocasiones de una huelga de bolis caídos.
Un cuerpo desmotivado que es el destino menos solicitado por los nuevos agentes al carecer de material básico para hacer su trabajo con seguridad como son cascos (en muchos casos caducados), botas o chalecos con airbag para los motoristas.
La gestión de Navarro en esta segunda etapa se ha convertido en una sucesión de ideas desafortunadas y globos sonda que los conductores pagan con un incremento diario de la mortalidad en carretera, pues las estadísticas indica que sólo en lo que llevamos de año los fallecidos se han incrementado en 16 % en el primer trimestre, con más de 300 decesos, unos 40 más que en 2023.