Cuando un coche eléctrico se queda sin batería se produce un problema importante
Electrificación
El secreto mejor guardado de los coches eléctricos que evita que te quedes tirado y 200 euros de multa
Al igual que cuando te quedas sin gasolina, un coche sin batería en plena carretera puede ser multado, aunque los seguros ya ofrecen servicios como desplazamiento o recarga in situ dentro de la prima
Ser previsor con un coche eléctrico es esencial para moverse con este tipo de vehículos ya sea en largas distancias o en ciudad.
Quedarse tirado es siempre posible y en los eléctricos no hay soluciones de emergencia como comprar una garrafa de gasolina y rellenar el depósito. En ese caso se requieren unos conocimientos previos para que mover un coche eléctrico no provoque una avería mayor.
En el caso de trayectos largos, lo recomendable es salir con el 100 % de batería y tener claro los puntos de recarga en el camino, el tiempo que se va a tardar y un plan B por si no funciona o hay largas colas como ya se pudo ver en España en Semana Santa.
Empujar un coche eléctrico
El problema es cuando no tenemos cargador en casa y hacemos trayectos cortos que combinan ciudad y tramos de carretera. En esta situación los conductores suelen estar habituados a manejar la carga, pero puede darse la situación de que haya cortes inesperados en las calles y eso obligue a recorrer más kilómetros, lo que puede agotar la batería y crear un problema.
El sector de las baterías evoluciona tan rápido como los propios coches eléctricos
En este caso y como regla general, cuando la batería tiene menos de un 5 % hay que olvidarse de ir al destino y poner rumbo a una estación de carga.
Las aplicaciones indican donde están los cargadores más cercanos para ir por el camino más corto. Lo ideal sería llegar hasta el punto y recargar al menos un 30 %, dependiendo de la velocidad y las necesidades.
Empujar un coche eléctrico no es recomendable porque se puede dañar la propia batería, el motor o el inversor, pero si nos encontramos a poca distancia del punto de recarga no hay problema en poner el coche en posición N y llevarlo hasta el lugar.
Seguros y multas
Afortunadamente los seguros de coche ya están adaptados a los vehículos eléctricos para cubrir las necesidades de los conductores, en especial, en el caso de quedarse sin batería.
Cuando comenzó la electrificación, no era fácil llamar a una grúa si te quedabas sin autonomía, entre otras cosas porque no sabían ni cómo actuar.
Un coche eléctrico completamente seco
Ahora las mismas grúas son capaces de remolcar los coches eléctricos hasta el punto de carga sin problemas, e incluso algunas disponen de dispositivos de carga móviles.
Conviene saber que al igual que si te quedas sin gasolina en mitad de la carretera, si no tienes batería y te quedas tirado en medio de la vía la sanción puede ser de hasta 200 euros de multa según el artículo 90 del Reglamento General de Circulación. Afortunadamente las baterías tienen un salvavidas.
El buffer de la batería
Fuera de este rango, las pilas que forman las celdas pueden estropearse, sobre todo si se hace repetidamente. Esto es igual de malo para la batería que usar el coche con la carga siempre al 100 %.
Para evitar este problema las marcas incluyen un elemento de seguridad que está dentro de las baterías y cuya función es que no se descarguen del todo (las deja al 2 %). Por eso, cuando un coche eléctrico marca un porcentaje de carga cero, en realidad tiene un poco más de lo que aparece en el cuadro de instrumentos.
El mecanismo en cuestión se llama buffer y es una característica de algunos vehículos eléctricos que hace que tengan una diferencia entre la capacidad bruta y neta de la batería.
La capacidad bruta es la energía total que puede almacenar la batería. La capacidad neta es la energía utilizable que la batería puede proporcionar al vehículo. La diferencia entre la capacidad bruta y neta se llama buffer.