Atención con el tipo de ambientados que usas

Práctico

El ambientador que no deberías usar si aprecias tu coche

Los fabricantes de coches gastan millones de euros para crear olores especiales en sus coches cuando están nuevos

A todos o casi todos los conductores les gusta el olor a nuevo de su coche, una fragancia especial que nadie sabe muy bien definir pero que resulta muy agradable.

En coches muy especiales como los Tesla, hace años que algunos propietarios se quejaron de que el olor que generaban terminaba por marear tanto al conductor como a los ocupantes.

Le olor no es casualidad

Pero este aroma no es casualidad, los fabricantes se gastan millones de euros cada año para crear esta sensación olfativa tan especial.

Ambientador que viene de serie con algunos Mercedes

De hecho algunas marcas de lujo como Mercedes ya ofrecen ambientadores a bordo de sus automóviles, y el conductor se limita a elegir la esencia y colocarla en una lugar destinado a ello en la guantera del vehículo.

No todos valen

En este caso la gama de ambientadores que es posible comprar en cualquier tienda de recambios o centro comercial es infinita, pero conviene tener cuidado con el modelo que elegimos.

Lo mejor es quitar este tipo de ambientados en verano

Tal y como nos explica este especialista en automóviles los de tipo bola o frasquito que se cuelgan del retrovisor tiene un peligro oculto en verano.

Hay que tener en cuenta que en verano cuando un coche está aparcado al sol la temperatura puede llegar a los 60 grados en el interior, esto puede provocar que el líquido que contiene el frasquito figuradamente hierva y aumente su volumen, terminándose por salir.

Pues bien, este tipo de esencia es corrosiva con los plásticos al tener determinados productos químicos en su composición que literalmente pueden ‘comerse’ las molduras del salpicadero en caso de que comience a gotear, lo cual es bastante habitual. Por este motivo conviene evitar su utilización, al menos durante los meses de verano.

Además hay que tener en cuenta que el calor fomenta su efecto, por lo que lo que era un aroma agradable en invierno, al llegar el verano puede convertirse en una pesadilla.