Carlos Tavares (Stellantis): «Bruselas ha apostado por los eléctricos pero los conductores no pueden pagarlos»

La estrategia industrial seguida por Carlos Tavares, CEO de Stellantis, está dando sus frutos y la compañía va alcanzando la hoja de ruta marcada por sus responsables, al menos en materia económica.

Hace sólo unos días, durante el tradicional Investors Day, Stellantis mantenía sus previsiones financieras para 2024 y anunciaba que abonará a los accionistas al menos 7.700 millones de euros a través de dividendos y recompras este mismo año. «En Stellantis respondemos y podéis contar con nosotros», sentenciaba Tavares para cerrar el capítulo económico.

Volatilidad en el automóvil

Unos resultados que pasaron a segundo plano a la vista de la situación del sector, con los aranceles anunciados por Bruselas a la industria china y la electrificación como grandes protagonistas.

Al igual que ha hecho en otras ocasiones, Tavares ha mostrado su «desacuerdo absoluto» a la puesta en marcha de estos aranceles que en algún caso son superiores al 38 %.

«China se está convirtiendo en una parte importante de nuestro negocio nuestra respuesta pasa por ser ofensivos y no defensivos, superar así a la competencia china».

La «globalización ha obligado a los fabricantes a aprender a navegar junto al resto de embarcaciones, evitando caer en acciones proteccionistas que terminan por perjudicarnos».

Lo que de verdad preocupa

Lo realmente preocupante es «por qué la industria europea no es competitiva en términos de precio, mejor competir en igualdad de condiciones que protegernos con aranceles».

«Estamos intentando anticiparnos a lo que va a pasar en el mundo», la clave de la supervivencia de los fabricantes pasa por anticiparse en materia de movilidad y electrificación, tal y como explicó Tavares.

Pese a ello Tavares habló abiertamente por primera vez de la posibilidad de que los compradores no quieran los coches eléctricos, «en cuyo caso dejaremos de invertir dinero de nuestros accionistas en estas tecnologías y se producirán ajustes sobre la marcha, eso no admite discusión».

Tavares hizo referencia a una hoja de ruta en la que prevén cubrir una demanda de coches eléctricos en Europa del 100 % en 2030 y del 50 % en los Estados Unidos, «pero si la realidad no es esta no se desperdiciarán recursos financieros».

Si no se venden coches eléctricos...

La ralentización de la electrificación no supone en ningún caso que el automóvil «renuncie al objetivo de las cero emisiones, sino que puede alcanzarse por otros caminos en los que además de la legislación vigente los fabricantes pueden aportar cosas y sobre todo su punto de vista».

Aunque en cualquier caso Tavares pidió a los gobernantes «estabilidad en sus decisiones», pues la industria del automóvil necesita trabajar sobre un marco legal muy bien definido que permita marcar el rumbo con el tiempo necesario.