El Gobierno subasta un coche a precio de derribo que permite saltarse las zonas de bajas emisiones

Las subastas del BOE son tan habituales como recomendables por su precio. Los coches suelen proceder de embargos de la Seguridad Social

El disparatado precio de los coches nuevos y usados ha convertido a las subastas del BOE en un recurso ordinario muy útil a la hora de comprar un coche a un precio razonable.

Es cierto que las subastas organizadas por el BOE son laboriosas en cuanto a su funcionamiento y al acceso a los vehículos que incluyen, pero la realidad es que no hay manera de comprar coches más baratos hoy en día.

Buenas oportunidades

De hecho aunque hace algún tiempo las subastas se organizaban por lotes, ahora se hacen por coches sueltos, para facilitar el acceso a los vehículos a los compradores particulares.

Datos del vehículo ofertado por el BOE

En muchas ocasiones además el BOE organiza jornadas en las que se pueden visitar los coches a subasta para comprobar su estado de conservación, unas subastas en las que es posible encontrar desde deportivos de lujo a SUV familiares o coches clásicos y maquinaria de trabajo.

Vale más de lo que cuesta

En este caso la web de subastas del BOE anuncia la presencia de un coche cuyo valor trasciende al del propio vehículo, y eso que hablamos de un Mini Morris original con 53 años a sus espaldas.

Se trata de un precio magnífico si tenemos en cuenta que la mayor parte de los coches equivalente a la venta cuestan más del doble.

Un Nissan Qashqai por 9.500 euros

Matrícula de Madrid M 722119, este vehículo tiene una peculiaridad que le hace tener un valor mucho más allá del automovilístico, y es que por un lado puede circular por las zonas de bajas emisiones de cualquier ciudad al estar catalogado como vehículo histórico y por si esto fuera poco en sólo tres años ni siquiera tendrá que pasar la ITV por su antigüedad.

Una Citroën Berlingo por 9.500 euros

Una subasta en la que también podemos acceder a vehículos como una Citroën Berlingo con 4 años por algo más de 9.000 euros, un Nissan Qashqai por 9.500 euros o un VW Polo con 4 años por 3.500 euros, entre otras muchas alternativas disponibles.

En la mayor parte de los casos estos coches proceden de operaciones judiciales, embargos de la seguridad social y similares.