La carretera catalana que se ha convertido en territorio comanche para los conductores españoles

Cada año se denuncian en España en torno a los 3.500 robos en carretera, de los cuales un 60 % tienen lugar en sitios que teóricamente deberían ser seguros, como gasolineras o áreas de servicio, que son precisamente las zonas preferidas por los amantes de lo ajeno.

Pero si hay una carretera que se ha convertido en ciudad sin ley para los conductores es la AP-7. Conocida también como la autopista del Mediterráneo, la AP-7 tiene más de 1.000 kilómetros de longitud, lo que hace de ella la más larga de España, un título que comparte con el de la más peligrosa.

La más larga y peligrosa

La situación de indefensión para los conductores es tal que hace sólo unos días que robaban 10 prototipos experimentales de cornea a un científico sueco, unas prótesis destinada a curar la ceguera total corneal que tienen un valor aproximado de unos 15.000 euros, aunque en manos de delincuentes no valen nada.

El método fue uno de los más habituales y conocidos entre los Mossos: el pincharruedas. En este caso alguno de lo miembros de la banda, porque en este caso hablamos de bandas organizadas, pincha uno de los neumáticos del vehículo objetivo en una gasolinera o área de servicio sin que el dueño se de cuenta.

Del pinchazo al robo

Conforme se pone en movimiento la víctima, la rueda se va desinflando y el coche de los delincuentes finge ser un buen samaritano y le avisa, finalmente cuando la víctima se detiene aprovechan para desvalijarle el coche sin que se entere, mientras cambia la rueda entra en acción un segundo cómplice que coge todo lo que encuentra a mano.

Tal y como explican los Mossos, no suelen ser violentos, pero no dudan en serlo cuando así es necesario.

Conviene decir que este tipo de situaciones no son habituales en toda la AP-7, sino en el tramo entre Barcelona y la frontera con Francia, con lo que tienen huida inmediata al país vecino. Hace ya años que la situación era conflictiva pero la eliminación del peaje en 2021 ha terminado por disparar los robos.

Lo mejor de lo mejor

Descuideros, pincheros, pincharuedas, pisteros… innumerables mafias que operan con métodos muy similares con un objetivo en común: lograr que el vehículo de la víctima pare en un arcén o lugar apartado para desvalijarle, por eso es habitual encontrarse con mensajes en los paneles de carretera que avisan a los conductores de que no paren en áreas aisladas, toda una declaración de intenciones para los turistas extranjeros que deciden llegar a España a través de la Junquera.

Cataluña se enorgullece de tener la tasa más alta de radares por kilómetro de carretera, con un equipo cada 16 kilómetros, pero sería deseable que el Servicio Catalán de Tránsito centrara sus esfuerzos en controlar este tipo de delincuencia en una carretera por la que pasan cada día más de 40.000 vehículos.

Un verdadero coladero para los malos, pues hace tiempo que los Mossos vienen denunciando la entrada de armas de guerra a través de la frontera y su incapacidad para hacer frente a estas mafias peligrosas y bien organizadas.