Pasar los badenes de carretera tiene su técnica

Pasar los badenes de carretera tiene su técnica

Práctico

El truco definitivo para pasar los badenes con suavidad y no romper el coche

Consejos de conducción que van a ayudar mucho a la mecánica de tu coche a la hora de superar los badenes, cada vez más habituales sobre el asfalto

Las carreteras y calles de nuestras ciudades se han convertido en verdaderas carreras de obstáculos para nuestros coches, que deben enfrentarse a diario a socavones, guardias tumbados, lomos de asno, resaltos y badenes.

En este caso los propios ayuntamientos son los encargados de trufar las ciudades con este tipo de elementos que si bien pueden tener sentido en determinadas circunstancias para lograr reducir la velocidad de los automóviles, también son un atentado en toda regla para la mecánica de nuestros automóviles.

Ojo a la mecánica

En general los hay de dos tipos, los pasos de cebra elevados o lomos de asno, que tienen rampa de ascenso y de bajada y una meseta superior y los badenes, que pueden ser de obra o prefabricados. Los primeros deben tener un máximo de 10 centímetros de alto y una meseta de 4 metros.

Pasar los badenes de carretera tiene su técnica

Más allá de la suavidad hay otros consejos

En el caso de los prefabricados, su forma depende de la velocidad máxima de la vía.

Tipos badenes por velocidad

  • Hasta 50 km/h: más de 60 cm. de largo y menos de 3 cm. de alto
  • Menos de 50 km/h: de 5 a 7 cm de alto y entre 60 y 120 cm de largo
  • El borde de entrada entre la calzada y el badén debe ser como máximo de 5 milímetros de altura.

El peligro si los pasamos demasiado rápido puede ir desde un simple roce de los bajos del coche hasta provocar una avería de consideración si rompemos el carter y perdemos el aceite del motor.

La clave está en frenar hasta justo antes de pasarlo

La clave está en frenar hasta justo antes de pasarlo

En paralelo si la compresión de los amortiguadores es demasiado brusca puede deteriorarlos con rapidez.

Dos técnicas

En general existen dos consejos a la hora de supearlos, el primero es pasarlos en diagonal, de manera que la maniobra será mucho más suave que si lo hacemos en paralelo por una cuestión de lógica, pues el peso del coche estará más dividido.

El segundo consejo es frenar siempre hasta llegar al badén y una vez que las ruedas van a tocarlo soltar el freno e incluso acelerar ligeramente, pues así logramos que la transferencia de pesos haga que el morro del coche se levante y lo pasemos con más suavidad.

En cualquier caso la clave es siempre pasarlo a muy baja velocidad y con muchísima suavidad.

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