Nuevo tipo de radares fijos con caja blindada utilizados por la DGT

Sanciones

La razón por la que la DGT no puede multar este verano con su nuevo radar

El nuevo radar controlará una de las vías con más afluencia de tráfico del territorio nacional y debería estar funcionando en cuestión de días

A principios de este año la DGT anunció su intención de terminar el año con 90 nuevos radares de tramo en España.

Tal y como ha confirmado en varias ocasiones el propio director general de la DGT, Pere Navarro, este tipo de equipos son los preferidos por el organismo, pues obligan a los conductores a estar pendientes de la velocidad de su coche durante bastantes kilómetros y no sólo en un punto, como ocurre con los radares convencionales.

Los radares preferidos

Si finalmente se completa el despliegue anunciado, la DGT debería acabar el año con unos 180 equipos de estas características. Uno de los más mediáticos ha sido el desplegado en la autovía del Cantábrico, la A-8. Se trata de un equipo que mide la velocidad media de los coches en un tramo de seis kilómetros en torno al punto conocido como Saltacaballo.

El nuevo equipo funcionará en la autovía del Cantábrico

Estos equipos tienen un arco de entrada y otro de salida con reconocimiento de matrículas; de esta manera calcula la velocidad media que ha mantenido cada uno de los coches que ha circulado por el mismo. Un sistema sencillo y eficaz, especialmente en tramos como el indicado, en el que la velocidad media se limita a 100 kilómetros/hora.

Sencillo y eficaz

Este equipo debería entrar en funcionamiento en agosto de este mismo año y todo parece indicar que así lo hará, lo que ocurre es que tal y como estipularon hace tiempo los tribunales, deben funcionar en modo de pruebas durante un mínimo de seis meses.

Inicialmente las multas serán sólo informativas

Este período de pruebas también fue aplicado por ejemplo a las cámaras de bajas emisiones que controlan el centro de Madrid.

Esto quiere decir que los infractores recibirán en casa una carta informándoles de la infracción, pero no una multa, algo que no ocurrirá hasta el 1 de febrero de 2025, suponiendo que entre en funcionamiento el próximo 1 de agosto.