Sanciones
Situaciones en las que se puede adelantar un coche de la Guardia Civil sin miedo a que nos multe
Un coche de la Benemérita en la carretera siempre impone respeto, lo que no tiene demasiado sentido siempre que tengamos todo en regla
Justificados o no, es normal sentir ciertos nervios cuando nos encontramos con un coche de la Guardia Civil de Tráfico en la carretera. De hecho lo habitual es que comprobemos mentalmente en cuestión de segundos si llevamos todo en regla o si existe algún problema por el que pudieran pararnos y multarnos.
ITV, seguro, iluminación, cinturón de seguridad, velocidad, el estados de los neumáticos… el número de variables que debemos comprobar es casi infinito.
Un check list mental
Mucho peor es comprobar además que el vehículo de la Guardia Civil va demasiado lento, lo que lo convierte en una verdadera chicane móvil de vehículos que le siguen pero no se atreven a adelantarle.
Se trata de una actitud completamente injustificada, pues no debería existir el menor problema en que adelantemos a un coche de la Guardia Civil siempre que cumplamos con las normas básicas recogidas en el Reglamento de Circulación para este tipo de maniobras.
Cumplir el Reglamento
En este caso es clave que respetemos elementos como la distancia de seguridad o nuestra velocidad. En caso de tratarse de una autopista con varios carriles será suficiente con ponernos detrás, indicar el cambio de carril con el intermitente y sobrepasarlos para volver inmediatamente después al carril derecho.
En caso de tratarse de una carretera de doble sentido debemos recordar que antes de señalizar el adelantamiento el Reglamento de Circulación establece que debemos cerciorarnos de que podemos adelantar y no viene nadie en sentido contrario, en ese punto señalizamos y adelantamos como a cualquier otro vehículo, sin más.
Recordemos eso sí que desde hace dos años está prohibido superar la velocidad máxima de una carretera nacional en 10 kilómetros/hora para poder adelantar, como sí se podía hacer antes por motivos de seguridad.
Una modificación muy polémica del Reglamento de Circulación, pues obliga a los conductores a pasar más tiempo en el carril contrario.