El dato sobre los coches que conducimos en España que debería avergonzar a la DGT

El sector del automóvil atraviesa una de las peores crisis que ha conocido, más allá de las ventas se enfrenta a una crisis de identidad en la que los políticos han tratado de forzar una electrificación que muy pocos han ‘comprado’.

Los compradores creen que los coches eléctricos son caros y poco funcionales, pero han tenido que pasar más de dos años de unos resultados comerciales más que discretos (con beneficios récord para las marcas eso sí) para que desde Bruselas se den cuenta de que algo están haciendo mal.

Los clientes confusos

Con las ventas de coches planas, ya son varios los fabricantes que han llegado a la conclusión de que este negocio se basa en vender coches, todo lo demás son historias, pues si no se venden coches por muy rentables que sean los pocos que se comercializan las fábricas se paran, y eso es lo peor que le puede pasar a la industria.

España es el mejor ejemplo de lo que está ocurriendo. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha hecho públicos unos datos que demuestran que la edad media del parque móvil español, uno de los más antiguos del Europa, no sólo no ha disminuido sino que está aumentando. De esta manera ha pasado de 13,9 años en 2022 a 14,2 en 2023.

Cada vez más viejos

Obviamente la DGT no es la única responsable de esto, pues cualquier plan de ayudas para rejuvenecer el parque pasa por Hacienda, pero sí debería ser el representante de los conductores en la Administración y como tal defenderlos y explicar la trascendencia no sólo de los planes de ayudas para la compra de coches eléctricos, sino también para coches de combustión.

Esta cifra se traduce en datos como que uno de cada dos coches en España tiene más de 15 años, más del 30 % directamente no tienen etiqueta, otro 30 % tienen etiqueta B mientras que el 35 % son etiqueta C y sólo el 5 % son Eco o Cero.

Esta cifra nos coloca como el país número 20 de Europa en antigüedad del parque, junto a países como Grecia, Estonia, Chequia o Rumania…

Entre los más viejos de Europa

El problema de este dato es que la DGT lleva meses comunicando que el factor humano es el gran responsable del aumento de siniestralidad en las carreteras que estamos viviendo, cuando en realidad dos de los grandes protagonistas con los coches viejos y las carreteras mal mantenidas.

A este dato conviene sumar que en España el grado de absentismo a las ITV, es decir de coches que no pasan la inspección, está entre el 30 % y el 40 %, un cóctel mortal junto con la antigüedad media.