La acción sucede a cámara lenta pero no había forma de salvar el coche

Insólito

El coche de un turista choca contra un barco pesquero gallego y termina en el fondo del mar

Hace sólo unos días que varios coches de turistas quedaron sumergidos por el agua en el puerto pesquero de Muros. Los seguros no cubren este tipo de accidentes

Hace solo unas horas que un bar gallego se hacía viral por confirmar en redes sociales que cerraba hasta el próximo día 20 de este mes ante la presión a la que se veía sometido por los turistas mesetarios.

Un gesto muy criticado tanto por los turistas que se han sentido aludidos como por hosteleros y pequeños empresarios gallegos que gracias a estos meses de afluencia turística viven todo el año.

Mesetarios bienvenidos

Toda una premonición de lo que estaba a punto de suceder sólo unas horas después en el puerto de Camariñas, en La Coruña, cuando unos turistas españoles, se desconoce si eran mesetarios o no, aparcaban su coche en el puerto de la localidad con la intención de irse a descansar a su hotel cercano.

El conductor del vehículo, que prefiere permanecer en el anonimato, olvidó un pequeño detalle: poner el freno de mano del Seat Altea, con lo que el vehículo acabó encima de un barco pesquero gallego matriculado en la localidad, el Pedra do Mar.

Pedra do Mar

En su chapuzón, el Altea quedó enganchado sobre la cubierta de la embarcación, que lógicamente denunciará a los propietarios por los daños sufridos.

Por si esto fuera poco el vehículo continuó su camino hacia el fondo del mar pese a que unos transeúntes bienintencionados trataron de sujetarlo tirando del maletero.

El Seat flotando entre el barco y el puerto

No creemos que a los propietarios les hayan quedado muchas ganas de vacaciones al conocer que de acuerdo con la legislación española cualquier vehículo de motor que circula por una zona portuaria lo hace bajo su cuenta y riesgo.

El seguro no cubre nada

Esto significa que el seguro no va a cubrir ni los daños propios del coche, que a buen seguro yace siniestrado en el fondo del puerto, ni el rescate del mismo para lo que se necesita una grúa de tipo pluma ni tampoco los daños que haya provocado en el pesquero que preparaba los aparejos para la jornada de pesca.

Se trata de una de las excepciones en las que los seguros de los vehículos especifican con toda claridad que no cubren los daños, junto con lugares como alguna de las famosas y concurridas rotondas de París.

Unas vacaciones inolvidables para estos turistas mesetarios, como los ha bautizado el dueño del polémico bar.