El presentador David Broncano junto a su coche

El presentador David Broncano junto a su coche

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No es un Lamborghini pero casi, así es el Porsche de Broncano que no le gustaría a Sánchez

El presidente criticó recientemente a los compradores de superdeportivos, lo que afectaría de lleno a su nuevo presentador de cabecera

Hace sólo unas horas que Pedro Sánchez lanzaba una frase épica que tardará en olvidarse, «más transporte público y menos lamborghinis», toda una declaración de intenciones de su forma de ver España y de lo que está por venir.

No sabemos que opinará su presentador de cabecera, David Broncano, que, tal y como confirmó hace ya tiempo, tiene un juguete en su garaje, un capricho con el que se ha dejado ver en alguna ocasión recientemente, aunque es muy celoso de su intimidad.

Celoso de su intimidad

En este caso no es un Lamborghini pero sí es un Porsche, un vehículo biplaza que está entre los más exclusivos del mercado, un deportivo reservado a los aficionados al automóvil que se caracteriza por sus elevadas prestaciones y por un precio de venta que, en función de la versión, supera con facilidad los 100.000 euros.

Un Porsche 718 como el de Broncano

Un Porsche 718 como el de Broncano

En concreto, el 718 Cayman fue lanzado en 2020, tiene un precio de venta de 105.000 euros y un motor de 6 cilindros y 400 caballos de potencia. Una máquina que alcanza los 293 kilómetros/hora de velocidad máxima con una aceleración de 0 a 100 kilómetros/hora en 4,5 segundos.

Altas prestaciones

Es cierto que, aunque no estamos ante un Lamborghini, sí es un coche que formaría parte de la clasificación de vehículos deportivos a los que hacía referencia Pedro Sánchez durante la apertura del curso político en el Instituto Cervantes.

Desconocemos el año exacto de matriculación del coche al no disponer de la matrícula, pues está oculta, y otros detalles del mismo, pero su espectacular carrocería de color blanco, muy habitual entre los deportivos en Estados Unidos, permite conocer que el presentador es un amante de los deportivos y la velocidad y la buena vida en general.

Falta por ver si el sector de los automóviles de lujo reacciona a las palabras de Sánchez, pues sus compradores pagan suculentos impuestos al comprar sus deportivos.

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