La parrilla cerrada es el principal elemento identificativo
Volvo EX90 El coche que reescribe la historia de los SUV de lujo eléctricos
Tras los excelentes resultados del pequeño EX30, que ha superado a Tesla en ventas, Volvo lanza su buque insignia eléctrico, un SUV de siete plazas con una carga tecnológica jamás vista en la marca
El fabricante sueco acaba de presentar el que probablemente sea el vehículo más moderno de su historia tecnológicamente hablando, se trata de un SUV de 5 metros de largo que está llamado a sustituir a su buque insignia el XC90 en un futuro cuando las ventas de eléctricos globales así lo justifiquen, algo que no ha ocurrido por el momento. De hecho acaba de ver la luz un restyling del XC90.
Las carreteras de California fueron el lugar elegido para la presentación de su nuevo buque insignia, y decimos buque insignia porque si hay algo que la marca sabe hacer son modelos topes de gama, tal y como han demostrado las dos generaciones del XC90.
El buque insignia
Otro de los principales retos de la firma es haber logrado mantener la identidad estética de una imagen que está muy determinada por una línea de diseño elegante y atemporal, sin grandes cambios, de hecho mantiene los hombros laterales de la carrocería incorporados hace décadas por el S80 o el martillo de Thor estrenado por el XC90 actual.
La trasera del EX 90 tiene casi tanta personalidad como el frontal
El martillo de Thor evoluciona con píxeles de gran tamaño que en este caso se ‘abren’ literalmente para dejar paso a las luces de carretera, un detalle espectacular.
El mango del martillo se abre para dejar paso a otras luces
La carrocería crece hasta los 5,03 metros de largo, todo ello sin modificar la distancia entre ejes, lo que significa que la habitabilidad sigue siendo una de sus principales bazas, empezando por sus siete plazas y por un maletero enorme con una capacidad que oscila entre los 310, 655 y 1.910 litros en función del número de plazas desplegadas.
Muy habitable
El interior redefine el concepto estético de la firma sin alterar el código genético, con una simplicidad absoluta en su diseño, un único mando en la consola para el volumen y una inmensa pantalla de 14,5 pulgadas que funciona de manera excepcional.
La puertas aglutinan los mandos para las ventanillas mientras que los retrovisores se regulan desde la pantalla central, algo incómodo pero la propia marca insiste en que se trata de una maniobra que los propietarios hacen muy pocas veces en la vida del vehículo.
Interior excepcional por calidad y diseño
Los acabados son muy aparentes y excepcionales en calidad y resistencia a las manchas, con un cuero vegano muy elaborado o una tapicería mixta de tela de nudo grueso que nos ha encantado.
Vaya butacas
Las butacas de este Volvo siguen siendo referencia absoluta del mercado, aunque en este caso más finas y ligeras aún si cabe y con los altavoces de la exclusiva marca Bowers & Wilkins integrados en el reposacabezas.
Llega la pregunta de siempre que afecta a la habitabilidad de los dos asientos auxiliares y la respuesta es parecida, son más que funcionales para usarlos habitualmente aunque en viajes largos mejor que sean niños los que las ocupan.
Un siete plazas real
El coche llega a Europa en tres versiones: Single de 269 caballos con un solo motor, Twin Motor de 407 caballos con un motor delantero y otro trasero y Twin Motor Performance con dos motores y 517 caballos. Homologan respectivamente 580, 585 y 580 kilómetros de autonomía, con capacidad de carga de 250 kW.
Cómodo y silencioso
Pese a probarlo en Estados Unidos, donde las férreas normas viales te impiden pasar de los 100 kilómetros/hora bajo pena de cárcel, el EX90 resulta epatante por la comodidad de rodadura.
La suspensión neumática opcional y la insonorización del habitáculo convierten a este coche en referencia absoluta en materia de comodidad por delante de otras marcas premium, con la virtud de que aunque pesa más de 3.000 kilos se siente ligero, con una dirección rápida y un empuje brutal.
Rápido, ligero y muy silencioso en carretera
Si todo se desarrolla como debería este coche pasará a convertirse en la referencia obligada de las familias bien de las grandes ciudades, porque es uno de esos automóviles de los que cuesta bajarse.
En materia de equipamiento dispone absolutamente de todo, incluido techo panorámico de serie y un radar Lidar que se sirve de 5 radares, 8 cámaras y 16 sensores ultrasónicos para proporcionar conducción autónoma, aunque la marca de momento no ha implementado la función por no estar disponible en prácticamente ningún lugar del mundo.
Respecto al precio, sin ser barato, una horquilla entre los 83.000 euros y los 96.000 euros no nos parecen excesivos según está el mercado, porque lo bueno y lo nuevo siempre hay que pagarlo.