Control de alcoholemia en carretera

Práctico

El motivo real por el que la DGT no se atreve a poner una tasa de alcoholemia 0,0 en España

Según dice la propia DGT «sólo 0 tiene 0 consecuencias», un lema publicitario que debería aplicarse a la hora de plantear el nuevo límite de alcoholemia

El nuevo límite de alcoholemia anunciado por la DGT ha protagonizado la agenda informativa en España durante algunos días. Este anuncio ha abierto algunas dudas respecto a su aplicación que los conductores no acaban de tener claro.

Por un lado es clave saber cuándo estará en funcionamiento, una pregunta que respondió el propio director general de la DGT, Pere Navarro, hace no mucho al decir que es inviable que entre en funcionamiento antes de 2025.

Cuándo entrará en vigor

En paralelo la pregunta de siempre: ¿cuánto se puede beber sin dar positivo? En este caso la respuesta la dio también el propio Pere Navarro y fue muy claro: «nada».

Tasa de alcoholemia de los países de la UE

Un cambio de discurso que aplaudimos frente al anterior, cuando se publicaba el número de cervezas o vinos que se puede tomar un conductor antes de ponerse al volante sin dar positivo.

¿Por qué no 0,0?

Ahora, una nueva pregunta asalta a la sociedad en general y a los conductores en particular: ¿por qué un límite de 0,2 gramos por litro y no de 0,0 gramos por litro? Se trataría de una tasa que acallaría para siempre este discurso pícaro y ambiguo de cuánto se puede beber sin dar positivo.

En este caso el motivo no parece estar en causas médicas, como dijo la DGT, pues según ellos la propia digestión puede provocar repuntes del alcohol en aire. El motivo tiene que ver con algo mucho más poderoso: la hostelería.

Una tasa 0,0 puede suponer un problema para la hostelería

Estamos ante un sector que da trabajo en España a dos millones de personas y tiene un volumen de negocio anual en torno a los 123.000 millones de euros, un 6 % del PIB. 250.000 empresas que dan trabajo y cotizan a hacienda y dan de comer a muchas familias de votantes.

Acabar con la ambigüedad

Con un límite 0,0 el consumo de alcohol en bares y restaurantes se desplomaría. Se acabarían millones de cañas de aperitivo, cientos de miles de botellas de vino de las comidas y las cenas y otras tantas copas en locales nocturnos.

La ambigüedad de que la cifra no sea 0,0 va a seguir permitiendo que los conductores se sigan mojando los labios con una copita de vino durante una cena y paguen con gusto los 20 euros que cuesta esa botella, mientras que si el límite fuera 0,0 no lo harían.

No conviene olvidar tampoco al sector vinícola español, que genera más de 200.000 puestos de trabajo y tiene un volumen de negocio superior a los 20.000 millones de euros cada año.