El Ayuntamiento de Madrid se vio obligado a cambiar hasta las señales

Crónicas de bajas emisiones

De Carmena a Almeida, el despropósito de las Zonas de Bajas Emisiones que pagan los conductores madrileños

La reciente sentencia de los tribunales deja a los madrileños a las puertas de la tercera generación de las Zonas de Bajas Emisiones, mientras tanto no han dejado de llegar multas de 200 euros a sus domicilios

Los madrileños no olvidarán con facilidad el día 30 de noviembre de 2018, cuando entraban en funcionamiento las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de la capital. Entonces Manuela Carmena estaba al frente del Ayuntamiento de la capital y la creación de Madrid Central fue una de sus medidas estrella en materia medioambiental.

Pero la historia de las ZBE comienza años antes, en concreto cuando la DGT lanza gratuitamente a los conductores las etiquetas medioambientales, claves en las limitaciones a la circulación de los automóviles.

Las 'inocentes' etiquetas

La medida de Carmena fue muy criticada tanto por los madrileños como por los grupos de la oposición, con el PP a la cabeza.

Carmena promovió la creación de Madrid Central

Un año después, en junio de 2019, Manuela Carmena abandonaba el Consistorio cuando Martínez Almeida se hacía con la bastón de mando, el pacto con Ciudadanos y Vox incluía una moratoria a las ZBE de Madrid, que deberían dejar de multar a principios de julio, pero una sentencia judicial en respuesta a un recurso presentado por organizaciones ecologistas la prohibió.

De nuevo los tribunales

A finales de septiembre Martínez Almeida presentó Madrid 360, la alternativa al Madrid Central de Carmena, que incluía novedades como permitír que los coches accediera a las áreas restringidas siempre que fueran ocupados por dos o más personas.

En julio de 2020 tres sentencias judiciales tiraban por suelo por primera vez las Zonas de Bajas Emisiones de la capital. En aquel momento el equipo de Almeida había lavado la cara a las ZBE de Madrid, retrasando un año la prohibición al acceso de los vehículos etiqueta B y de los industriales.

Del Madrid central de Carmena al Madrid 360 de Almeida

Aquella sentencia fue el primer varapalo a las ZBE de la capital, en aquel momento hablaba de que faltaban «trámites esenciales y de defectos de forma». Habían muerto las Zonas de Bajas Emisiones de la capital por primera vez.

Certificado de defunción

En aquel momento los tribunales admitían defectos en las zonas de Bajas Emisiones por la mala señalización de las calles, que confundía a los madrileños y por la falta de una memoria económica previo del impacto de las mismas.

Finalmente las Zonas de Bajas Emisiones vuelven a Madrid un año después, en septiembre de 2021, con un período de dos meses de prueba, en aquel momento se creaban las Zonas de Bajas Emisiones y las de Especial Protección de Madrid tal y como las conocemos hoy en día.

Las ZBE de Madrid afectan a todos sus barrios desde el 1 de enero

Desde aquel día las limitaciones y prohibiciones a la circulación no han hecho más que crecer en la que es la Zona de Bajas Emisiones más extensa de Europa. Una hoja de ruta que culmina el 1 de enero de 2025 con la prohibición de que todos los coches sin etiqueta puedan circular por la ciudad y sus barrios, básicamente todo el área delimitado por la M-40.

Más de un millón de coches

Se calcula que esta medida afectará a 1,2 millones de coches sólo en la capital, unos 8 millones en toda España. Mientras las asociaciones de conductores acusaban al ayuntamiento de afán recaudatorio, con 1,7 millones de multas y 330 millones de euros de ingresos hasta este verano.

Para sorpresa de todos, los tribunales acaban de dar un nuevo varapalo a las ZBE de Madrid y al propio Almeida esta semana, con una sentencia que declara ilegales por segunda vez las ZBE de Madrid. El propio Almeida ya ha llegado a hablar de unas nuevas Zonas de Bajas Emisiones para la capital.

Almeida presentó el año pasado un informe sobre la mejora del aire en Madrid

En este caso la sentencia echa de menos un informe económico del impacto que las mismas tendrían sobre la economía de la ciudad y los madrileños, especialmente sobre las clases menos favorecidas.

A la espera del recurso que ha prometido interponer el Ayuntamiento en el Supremo, las ZBE podrían estar viviendo sus últimos días tal y como las conocemos, hasta el estreno de las Zonas de Bajas Emisiones 3.0.