Coche eléctrico en pleno proceso de carga

Electrificación

«Fobia al coche eléctrico», ponen nombre a un problema cada vez más extendido

El rechazo a los coches eléctricos se ha convertido en algo visceral en algunos mercados, donde los conductores exigen mayores medidas de control sobre ellos

Que la electrificación del automóvil se ha convertido en un problema es un secreto a voces. Conductores, fabricantes e incluso las autoridades no saben muy bien hacia dónde se dirige esta tecnología que en teoría es crucial para el futuro del automóvil y para la reducción de emisiones contaminantes.

Los coches eléctricos se han convertido en una patata caliente que ha hecho un roto muy serio en la cuenta de resultados de todos los fabricantes, que han desarrollado gamas completas de coches eléctricos con una calidad impensable hace sólo unos años pero que pocos compran.

Las ventas caen

El problema es que no los venden porque los compradores por el momento no los quieren, hablan de que la demanda inicial de eléctricos ya ha sido cubierta y ahora está costando mucho más de la cuenta seducir a otras estratos de conductores para pasarse a la movilidad eléctrica.

Tesla también ha dado muestras de debilidad

Una problema que afecta a casi toda Europa con excepción de los países nórdicos, donde la elevada renta y las importantes ayudas han servido para que ha hayan alcanzado el punto de equilibrio entre el número de eléctricos y el de coches de combustión.

Sin ayudas se desploman

Precio elevado y escasez de puntos de carga son los principales inconvenientes de una tecnología que está evolucionando hacia un uso eminentemente urbano, donde son imbatibles.

En este caso en Corea del Sur, una de las cunas del coche eléctrico junto a China, pues son dos de los países más avanzados en fabricación de baterías, la prensa ha acuñado el término de «fobia a los coches eléctricos» tras un incidente ocurrido este verano.

Así quedó el garaje tras el incendio de un EQE

El detonante de esta situación fue el incendio de un Mercedes EQE el pasado mes de junio en el aparcamiento de un edificio de viviendas en la localidad de Incheon.

Para apagar el incendio, que ocurrió mientras había más de 2.000 coches estacionados en los bajos del edificio de apartamentos, los bomberos tuvieron que emplearse a fondo durante ocho horas. Las llamas calcinaron más de 900 vehículos y provocaron la hospitalización de 23 vecinos por problemas respiratorios relacionados con los gases de la combustión.

Disculpas públicas

El responsable de Mercedes en Corea pidió disculpas y confirmó que la firma va a abonar más de 3,4 millones de dólares para tratar de hacer frente a los daños del siniestro.

En paralelo el Gobierno lleva trabajando desde entonces en una normativa que por un lado va a regular la utilización de los aparcamientos por parte de los coches eléctricos, por ejemplo limitando su carga al 90 %, y no va a permitir su entrada en determinadas instalaciones.

Por otro lado algunos fabricantes que operan en aquel país han iniciado una campaña de información acerca de la marca de las baterías que montan sus coches y ofrecen revisiones gratuitas a sus propietarios.

Todo esto ocurre en un país pionero en electrificación y en el que las ventas de este tipo de vehículos llegaron a superar el 9 % del mercado y estaban creciendo de forma sostenida.

La estadísticas dicen que los coches eléctricos tienen muchas menos probabilidades de arder que los de combustión, de hecho sobre un total de 100.000 vehículos las estadísticas hablan de que tan sólo arderían 25 coches eléctricos, frente a más de 1.500 de gasolina, pero lo cierto es que cuando estos coches entran en combustión las consecuencias son mucho peores por las dificultades que tienen los bomberos para apagarlos.

La solución una vez más no pasa por cerrar los ojos a la realidad y decir que los coches eléctricos no arden, sino por establecer un marco legal y unos protocolos muy claros definidos en colaboración con los bomberos, para que efectivamente los coches eléctricos además de menos contaminantes sean igual de seguros que los de combustión incluso cuando están aparcados.