Sanciones
Multas de más de 70 euros: el motivo por el que van a convertirse en un problema para todos los conductores
Bruselas está decidida a reducir la tasa de siniestralidad en Europa y para ello aboga también por endurecer las sanciones a todos los conductores
Hace ya años que la Unión Europea trabaja sobre el proyecto Vision Cero, un plan que prevé que en 2050 no muera ningún ciudadano europeo como consecuencia de un accidente de tráfico.
Años después del inicio de la hoja de ruta del plan las cosas no pueden ir peor, pues la siniestralidad lleva meses aumentando tanto en España como en toda Europa.
Las cosas no van bien
La obligatoriedad de que todos los coches nuevos cuenten con las ayudas a las conducción ADAS vigentes desde el año pasado es parte del plan que debería culminar prácticamente en la conducción autónoma, la única manera de asegurar que no hubiera fallecidos en carretera.
La realidad es que hoy los conductores están muy descontentos con las ADAS, que incluyen molestas alertas como la que salta al pisar la línea divisoria del carril o al superar los límites de velocidad. Pitidos y advertencias luminosas que son muy intrusivos en la conducción y llegan a ser un incordio para los conductores.
Un incordio al volante
En paralelo la conducción autónoma está más en el aire que nunca, pues aunque los coches cuenten con este sistema nadie está dispuesto a asumir el coste inasumible de preparar las carreteras para su correcto funcionamiento.
Otra de las medidas estrella de Bruselas es la centralización y la homogeneización de todos los reglamentos europeos de conducción.
Se trata de un proceso coordinado desde una comisión del Parlamento europeo y que incluye ya la creación de un carnet único de conducir europeo antes de que acabe la década o la creación de procedimientos comunes para perseguir las multas más allá de los países en los que han sido cometidas, así como las retiradas de carnet.
Más multas, más retiradas
Esto quiere decir que si un español se salta un límite de velocidad en Francia la UE va a crear un mecanismo para que la multa sea reclamable en España, así como la retirada de puntos y el carnet.
Si bien inicialmente se decía que esto sólo afectaría a delitos graves relacionados con excesos de velocidad, saltarse semáforos y alcoholemias, parece que ahora Bruselas aboga por perseguir todas las multas de más de 70 euros más allá de las fronteras. Lo que hará que no se libre nadie.
Para ello habrá un procedimiento de colaboración entre el país donde se cometió la infracción y el país del que es originario el conductor, hablando siempre entre países comunitarios, que estará obligado a facilitar los datos del mismo y llegado el momento a reclamar el importe de la sanción vía ejecutiva.