Los coches con etiqueta Eco podrían ser los más perjudicados

Práctico

Bruselas confirma la fecha para la primera revisión de las etiquetas medioambientales de los coches

Las etiquetas medioambientales están detrás de las limitaciones a la circulación y las prohibiciones que se están aplicando ya en todas las Zonas de Bajas Emisiones

En el año 2016 vieron la luz las etiquetas medioambientales, pocos podían suponer entonces que estos adhesivos circulares iban a tener tanta trascendencia para el futuro del parque móvil nacional, pues esta clasificación ya ha mandado a cientos de miles de coches al desguace.

En paralelo, en 2021 entraban en vigor las Zonas de Bajas Emisiones en Madrid y Barcelona, un sistema bastante confuso de limitaciones a la circulación que se basa en las citadas etiquetas para establecer las prohibiciones al tráfico.

Un sistema caótico

Todo ello combinado con el marco legal creado por el Gobierno español en 2022 han dado lugar al clima hostil hacia el automóvil que se respira en las 150 ciudades españolas con más de 50.000 habitantes, que teóricamente deben lograr una reducción de emisiones limitando los coches que pueden circular por sus calles de la manera que crean conveniente.

Barcelona es otra de las ciudades donde las ZBE hacen estragos

Todas estas acciones se enmarcan dentro del plan Fit for 55 de Bruselas que vio la luz en 2021 y con el que se trata de descarbonizar la atmósfera y lograr que Europa sea neutra en emisiones de carbono en 2050.

En su momento, las etiquetas medioambientales nacieron no exentas de cierta polémica, pues incurrían en algunos errores a la hora de clasificar el parque móvil nacional, favoreciendo a coches con emisiones elevadas como pudieran ser los híbridos ligeros y perjudicando a otros vehículos.

Errores de etiquetado

Uno de los mayores errores de esta clasificación es que inicialmente se basaba en la fecha de matriculación de los automóviles, sin tener en cuenta la existencia de coches más viejos con menores emisiones que vehículos más modernos, un verdadero sinsentido que ha obligado a la DGT a revisar el etiquetado de miles de vehículos a petición de los propietarios.

El baile de etiquetas ha sido real en miles de coches

Aunque la DGT ha anunciado en varias ocasiones una posible actualización de estos distintivos, no ha sido hasta esta primavera cuando Pere Navarro confirmó que efectivamente podría llevarse a cabo, aunque no este año, y que en cualquier caso no tendría carácter retroactivo, lo que supone que los coches ya etiquetados no la perderían. Tal y como dijo el director general de la DGT: «ahora no toca».

Ahora no toca

La realidad es que en el momento de su aprobación Bruselas abrió la primera ventana de control sobre la calidad del aire en Europa en 2027; esto significa que ese año todos los países rendirán cuentas sobre la evolución del aire en sus ciudades y en función de los resultados la Unión Europea podría actualizar y endurecer o no los protocolos de actuación.

Pere Navarro ha hablado abiertamente de las etiquetas

En este caso, Bruselas ha creado un sistema de transferencias económicas y subvenciones muy importantes en función de que los países cumplan o no con los diferentes pasos camino de la neutralidad de emisiones en 2050.

Esta ventana supondrá que tanto los países que cumplan puedan flexibilizar sus prohibiciones a la circulación como que los que no cumplan las endurezcan, lo que afectará directamente a las etiquetas y a las Zonas de Bajas Emisiones.