El Rey Felipe VI, un aficionado a los automóviles

Vehículo personal

Este es el SUV con etiqueta Cero que ha estrenado el Rey recientemente

Don Felipe utiliza en su vida diaria un vehículo con carrocería tipo SUV, muy fiable y con etiqueta cero

Que el Rey es un amante de los automóviles es un secreto a voces. Desde su más tierna infancia se le ha visto al volante de todo tipo de vehículos, y el regalo de su padre cuando cumplió los 18 años y se sacó el carnet de conducir fue sonado: un Seat Ibiza personalizado en el interior para que pudiera conducir con comodidad por su altura y en su carrocería, con un color único que permitiera seguirlo con facilidad a los escoltas.

Los últimos años hemos visto al Monarca al volante de vehículos de lo más distinto, desde un Seat Alhambra hasta un Volvo XC60 y XC90, un Cupra Formentor o un Audi RS6 y una lista casi interminable de vehículos.

Todos de pago

Antiguamente era tradición que los fabricantes cedieran temporalmente a la Casa Real alguna unidad, pero ahora todos los coches que usa la Casa Real están en régimen de renting, con contratos públicos que se pueden consultar en el portal de transparencia.

El Monarca se ha convertido en un habitual de los Lexus

No debemos confundir estos coches que pertenecen a su esfera privada con los que usa cuando está en el desarrollo de eventos oficiales, en los cuales suele utilizar algunos de los Mercedes pertenecientes al parque móvil de la Casa Real.

Esfera privada

En este caso, desde este verano hemos podido ver a Felipe VI al volante de uno de los nuevos Lexus, la marca de lujo de Toyota, que parece ser de su agrado, pues es el segundo que conduce. El anterior era un RX pero el etiqueta Eco, híbrido autorrecargable, si bien ahora se ha dejado ver durante este verano a los mandos de este RX 450+.

Trasera del nuevo RX 450+, espectacular

Se trata de un híbrido enchufable con etiqueta Cero, un tipo de vehículo que no habíamos visto hasta ahora en la Casa Real. En este caso se trata de un SUV que cuesta en torno a los 89.000 euros.

Un híbrido enchufable con una autonomía eléctrica de 65 kilómetros, con una velocidad máxima de 200 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 6,5 segundos, un coche en teoría de bajas emisiones siempre que se recargue la batería con frecuencia, pues sino funciona con el motor de gasolina. Se trata de un coche de representación que no cae en la ostentación, la que ha sido siempre una de las cualidades de la marca nipona.

La fiabilidad absoluta es una de sus mayores cualidades

De hecho esta marca fue muy popular en el País Vasco entre los empresarios en la época de ETA, pues les permitía mantener cierta discreción.