Más de 1,5 millones de coches etiqueta ECO podrían perderla si la DGT confirma esta modificación

A día de hoy las etiquetas medioambientales de los automóviles se han convertido en imprescindibles para muchos conductores que, por motivos profesionales o familiares, necesitan circular a diario por ciudades con zonas de Bajas Emisiones como Madrid o Barcelona.

A día de hoy la solución más racional y económica y con vistas al futuro es comprarse un etiqueta Eco. Lógicamente el dinero se convierte en un problema en estos casos, pues las marcas son conscientes de los beneficios que aporta la etiqueta y se aprovechan de ello.

Las etiquetas se pagan

Las dos opciones más económicas para comprarse una etiqueta ECO pasan por un coche de gas tipo GLP o por la compra de un microhíbrido. La primera de las opciones está funcionando bastante bien, pero sin duda la segunda es la más sensata en la actualidad.

Esta tecnología denominada como híbrida ligera o mild hybrid nació poco después de la puesta en funcionamiento de las etiquetas.

Hecha la ley...

En este caso la legislación de bajas emisiones dejó la puerta abierta a incluir un pequeño motor eléctrico en el propulsor que se hiciera cargo de la alimentación de determinados órganos del coche, como pudieran ser los limpiaparabrisas o el sistema start and stop que apaga y arranca el motor en los semáforos.

El paso del tiempo confirmó que se trata de un simple truco de los fabricantes para obtener la etiqueta ECO, pues la reducción de consumo es insignificante y permite que grandes 'bichos' de 600 caballos obtuvieran la etiqueta ECO, mientras que utilitarios de apenas 60 caballos sin ese motorcito se quedaron con la etiqueta C.

Tras varias advertencias parece que las instancias oportunas estarían valorando la eliminación de estos coches de esta categoría, que pasarían a ser C.

Ojo, no afecta a todos los ECO

En principio esta decisión no afectaría a los coches ya matriculados, pero modificaría las reglas del juego a miles de compradores que los adquirieron de buena fe y sin una situación económica que les permite llevar a cabo una nueva compra.

Hablamos de más de un millón de coches de los casi 25 millones que hay en España, un volumen de automóviles a tener en cuenta en cualquier circunstancia.

Esta circunstancia no afecta a otros coches etiqueta ECO que logran esta calificación por otros caminos más normales, como motores híbridos autorrecargables convencionales.