Así es la colección de coches de Rafa Nadal que nunca muestra en público

Solo el tiempo puede hacer justicia a lo que ha hecho Rafa Nadal por el deporte español, estamos ante el que puede ser uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, algo difícil de igualar en el tiempo.

Su discreción es equivalente a su nivel deportivo sobre las pistas y es que con casi un centenar de títulos ATP y más de 20 grandes torneos, es difícil encontrar un solo trofeo que le falte en sus vitrinas.

Un patio de recreo

Si hay una firma que ha ido siempre de la mano de Nadal ha sido Kia, una marca que firmó su patrocinio en 2004 y junto a la cual ha sido fiel hasta el momento.

Hablamos de dos décadas durante las cuales incluso tuvo que intervenir la central de la marca porque el volumen económico del acuerdo era demasiado elevado para España.

Una de sus anécdotas más divertidas ocurrió cuando en el Torneo de Stuttgart de 2015 recibía como premio un brutal Mercedes AMG-GT de 510 caballos en color amarillo fosforito, ante el que el jugador solo dijo: «está muy bien pero no es un Kia». Todo un detalle de lealtad hacia la marca que le ayudó en sus inicios deportivos.

Durante este tiempo Rafa Nadal ha acumulado decenas de modelos de la marca Kia, algunos prestados, otros han pasado a formar parte de su escuela de Manacor y otros se los ha quedado porque le gustan, como el Stinger, una preciosa berlina deportiva.

La niña de sus ojos

Pero el parking de su escuela deportiva de Manacor esconde algunas piezas más que tan sólo conoce su círculo más cercano, superdeportivos que otros deportistas no tendrían problemas en usar a diario.

En este caso hacemos referencia a un Ferrari 458 de color blanco, un Aston Martin DBS de color gris oscuro y un par de Ferrari más que no es fácil distinguir al estar cubiertos con lonas dentro de su escuela.

Todo ello sin dejar de lado su Kia EV9 eléctrico, el EV6 también eléctrico, el Niro y el Sportage también eléctrico o el citado Stinger, una colección a la que hemos podido acceder gracias a un aficionado que se coló en el garaje de la escuela.

A todo esto hay que sumar alguna furgoneta de servicio y un carrito de golf.