Algunas de las unidades disponen incluso de mampara y zona de detenidos

Electrificación

Así son los nuevos coches eléctricos de la Guardia Civil con los que no les verás patrullar

Los agentes han denunciado además oficialmente el procedimiento que les obligan a hacer para poder cargarlos en las pocas instalaciones que disponen de puntos para ello

Hace sólo unos días saltaban a la luz la compra de centenares de coches chinos por parte del Ejército, unos coches que plantean problemas de seguridad después de que los Estados Unidos hayan prohibido la adquisición de vehículos de este país.

Ahora el problema afecta a la Guardia Civil, que acaba de recibir una nueva flota de vehículos eléctricos el mismo día que la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denuncia públicamente el procedimiento que quieren obligarles a seguir a los agentes para recargarlos.

Marca española

Se trata de una flota de 85 Cupra Born fabricados en Alemania, como vehículos sólo podemos decir cosas buenas de uno de los eléctricos más polivalente, ágil y deportivo que existe en el mercado.

La mampara de protección para detenidos de los nuevos coches de la Guardia Civil

Con una potencia de 230 caballos, en materia de batería se dividen entre la grande de 77 kWh, que homologan 550 kilómetros de autonomía, y la pequeña de 58 que se queda en unos 400.

Preparados

En este caso el interior de parte de los Born va preparado con zona de detenidos y con mampara de separación, aunque hay que tener en cuenta que la Guardia Civil no está destinando los vehículos eléctricos a labores de patrulla por una sencilla razón: la autonomía se viene abajo en caso de persecución o cualquier circunstancia similar.

El equipamiento de trabajo en el maletero, menos autonomía aún

Más aún, estos coches están lastrados con peso extra como la citada mampara o el equipamiento del maletero.

No hay cargadores

A este dato hay que sumar otro mucho más importante, y es que la mayor parte de cuarteles e instalaciones de la Benemérita en España no disponen de cargadores todavía en funcionamiento, por lo que deben cargarlo en postes públicos y a velocidades de risa, cuando no a través de simples enchufes normales por las ventanas de los cuarteles.

La imagen definitiva de los Cupra Born

El problema es que tal y como han denunciado en varias ocasiones, estos coches se tiran más tiempo cargando que patrullando.

El problema es que en su momento se licitó mediante concurso la compra e instalación de los cargadores, pero no el cable necesario para instalarlos en los cuarteles, con lo cual la gran mayoría están aún sin colocar.

El peso extra de sirenas y equipo lastra aún más su autonomía

Además, tal y como decíamos la Asociación Unificada de Guardias Civiles se ha quejado recientemente por que quiere hacer que los agentes usen sus datos biométricos para poder recargar los coches eléctricos en los postes que tienen a su disposición los agentes, lo que incumple la normativa en materia de protección de datos. Estos datos son personales y su uso exigiría una autorización por parte del trabajador

En este caso se trata de una compra de algo más de 3 millones de euros con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.